
Casado, desde hace 27 años, con Flor “Laly” Barrientos con quién concibieron a Jessica, su única hija, quien les regaló hace nueve años a su nieto Nicolás.
Creció en un taller, por lo que no llama la atención que haya egresado de la Escuela Industrial con la especialidad de Mecánica Automotriz y continuara sus estudios de técnico mecánico en Inacap y finalizara con un diplomado de mecánica electrónica en la Universidad de Magallanes(UMAG), travesía que le ha permitido tener la suerte de complementar la práctica de toda su vida con la teoría.
Trayectoria empresarial
Comenzó su vida independiente hace 20 años, en sociedad con un amigo con el que montó un taller en calle O’Higgins, pero después de dos años vendió su parte y se instaló en Miraflores 530, donde estuvo durante nueve años hasta que se asentó definitivamente en su dirección actual de Miraflores 263, siempre en el Barrio Sur, donde, además, construyó su casa aprovechando los 50 metros de fondo del sitio.
En el último tiempo realizó importantes inversiones para poder darle servicios a empresas, la mayor de las cuales fue la adquisición de un banco de pruebas para bombas de inyección, mediante el cual puede calibrar y reparar bombas de combustible de grandes máquinas diesel, como si estuvieran instaladas en el motor.
El tamaño de la construcción le permite además atender flotas de vehículos livianos en todo lo que tiene que ver con mantenimiento mecánico.
Pero lo que apasiona a “Pacín” son las grúas. Su padre fue el primero en traer este tipo de vehículos a la región en 1961 y a mediados de los ochenta las vendió y lo convirtió en heredero del negocio familiar porque para Manuel “tener grúas es como tener un televisor, no me imagino una pega que no incluya grúas”.
Hoy tiene tres, dos del tipo cama para transporte de automóviles y una grúa pluma con canastillo que arrienda a quienes necesiten levantar pesos, de hasta 2.500 kilos, con precisión o empresas que requieran realizar trabajos en altura, como instalar cerchas o hacer mantenciones en lugares donde no es seguro llegar con una escalera.
También rescata a vehículos en panne en toda la Patagonia chileno-argentina, para lo cual cuenta con una red de contactos y los permisos necesarios para operar en el país vecino, “puedo ir a buscar un auto a cualquier lugar”, señala “Pacín”. Agregando que “la época de mayor trabajo es en verano, cuando los magallánicos salen de vacaciones y les ocurre algo que requiera que los vaya a buscar. Lo primero es mandarles a alguien de mi confianza para ver si les puede resolver el problema y si no es posible, hacemos el enlace para traerlo de regreso a Magallanes”.
Vida deportiva
“Pacín” debutó en Cabo Negro en una carrera denominada “Tres Horas Ford”, en la época que aún no se asfaltaba el recinto, a bordo de un Hyundai Pony junto a Omar Montero y su segunda carrera fue en un Toyota Corona en 1980.
En 1987 se dedicó a darle vida a lo que ahora es el Campeonato de Buggycross y perdió el primer lugar de la categoría 1.300 del Gran Premio de la Hermandad a manos de “China” Senkovic, por tan sólo tres minutos. Ese año corrió a bordo de un Datsun.
Llegó a la pista ayudando a su compañero de curso Juan Dragosevic a armar el mítico Mustang blanco y comenzó a acompañarlo. Juntos corrieron siete carreras y obtuvieron seis victorias.
En esa época González tenía un Plymouth 1937 armado para la calle y lo convencieron que lo corra mientras lograba hacerse de un Turismo Carretera, participó en dos carreras con la burrita y “en la tercera no pude largar. Antes de partir me descalificaron técnicamente, algo que nunca había ocurrido y no sucedió después”, lamenta “Pacín”.