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A la misma hora en que el jefe de la Primera Comisaría presentaba a los medios de comunicación una campaña para prevenir la violencia intrafamiliar, un oficial de Ejército protagonizaba un inusual episodio en tribunales, donde un cabo de la institución castrense fue formalizado por agredir a su mujer en la vía pública. Con prepotencia el teniente que acompañaba al subalterno consultó en medio de la audiencia (que son públicas) por qué la prensa sacaba fotos. El juez le pidió silencio, pero a la salida volvió a increpar a uno de los colegas que cubre las noticias de tribunales. Esta vez sacó a relucir la condición de “funcionarios del Ejército” y luego se comunicó por teléfono con un superior pidiendo estar atentos y tomar los resguardos para la que noticia no se difundiera. Las amenazas verbales en los pasillos del juzgado estuvieron a punto de hacer reaccionar a uno de los fiscales presentes. Por lo mismo se dijo que “un poco más y el oficial termina formalizado”.