
“Cuando llegamos al lugar donde se estacionó, él me pregunto si yo sabía cómo era él. Yo le dije que sí, que ya me había dado cuenta. Yo le dije que bajáramos del auto y ahí él procedió a tocar mis genitales, por lo que me enojé mucho y comencé a golpearlo hasta que cayó al piso. Ahí le pateé la cabeza, después cayó a una zanja y empezó a colocarse morado”, confesó el homicida en el juicio.
Movilh cataloga en su informe de homofóbica la defensa de los abogados Ramón Bórquez y Jaime Obando, ya que el crimen no habría sido ni intencional ni premeditado debido a la expresión de la orientación sexual del afectado, como si esto hubiese sido relevante para la rebaja de la sanción.
La organización, señala en el documento la declaración pública que hicieran al conocer la condena de Bórquez Campos de 15 años por el homicidio simple del paradocente y cinco años por el posterior incendio de su automóvil. “Este tipo de defensas violentan la vida de un sector de la población históricamente discriminado y contribuye a mantener el estigma sobre las minorías sexuales, llegando al extremo inhumano de justificar o querer paliar un hecho fatal en razón de la orientación sexual de la víctima”.
Este hecho de sangre, es el único de esta magnitud y categoría consignado en el informe anual de la organización, catalogado de salvaje y sangriento marcando a la región de Magallanes.