En el siglo XIX en la colonia capital del “Territorio de Colonización de Magallanes” los colegios particulares eran: Liceo Salesiano San José, Liceo María Auxiliadora, The British School y Colegio Alemán.
A tres años del primer gesto de libertad de Chile en 1810, el 18 de junio de 1813 se dicta la primera ley de instrucción primaria, 8 años antes de la oficialización de la República de Chile en 1818. El territorio de Magallanes aún no se anexaba al futuro país.
Con la reforma educacional en marcha que hoy debería ser aprobada en su tercer trámite constitucional en la Cámara de Diputados para sancionar el primer capítulo de ella dictaminando fin al lucro, copago y selección, desde los albores de la independencia, Chile ha tenido 21 leyes señeras en lo que respecta a instrucción y educación.
Grandes avances y cambios educacionales ha habido desde el 26 de agosto de 1920 con la Ley de Instrucción Primaria; la reforma educacional de 1965 bajo el Gobierno de Eduardo Frei Montalva, escolar y universitaria; la municipalización de la educación a partir de enero de 1980; la Ley General de Educación, del 12 de septiembre de 2009 y otras tantas transformaciones educacionales.
La primera del siglo XIX obligaba en lo fundamental “a todo pueblo de cincuenta vecinos o más, a mantener una escuela de primeras letras, costeada con recursos municipales del lugar, por lo tanto sin costos para sus asistentes”, se lee en la disposición sobre la materia “dado en el Palacio de la Junta Suprema de Chile” firmado por Francisco Antonio Pérez, José Miguel Infante, Agustín Eyzaguirre y Mariano Egaña.
Luego de esa ordenanza el 10 de agosto de 1813 se funda el Instituto Nacional a instancias de José Miguel Carrera, quien era presidente de la Junta Representativa de la Soberanía y Comandante en Jefe del Ejército de Chile.
29 años después el Congreso Nacional el 19 de noviembre de 1842 decreta que “Habrá un cuerpo encargado de la enseñanza, i el cultivo de las letras i ciencias en Chile. Tendrá el título de Universidad de Chile”. Su primer rector fue el erudito venezolano, Andrés Bello.
Sin embargo, la dictación de la Ley General de Instrucción Primaria, del 24 de noviembre de 1860 fue el gran hito en materia de política educacional del país, destacándolo así la Biblioteca del actual Congreso. Esa ley estableció que la educación primaria “se otorgaría bajo la dirección del Estado y que ésta será gratuita y comprendería a personas de ambos sexos”. Estipuló que en cada departamento (provincia) debía existir “una escuela de niños y otra de niñas por cada 2000 habitantes, instaurando el principio de la gratuidad de la enseñanza popular”. Esta ley impulsó por más de medio siglo el desarrollo de la instrucción primaria en Chile.