El abogado magallánico Mateo Martinic Beros, ex intendente de Magallanes y Antártica Chilena y Premio Nacional de Historia, entre muchas distinciones académicas logradas al cabo de intensa labor de investigación histórica plasmada en decenas de libros, afirmó que “el perjuicio contra Punta Arenas ya fue hecho cuando se abrió el Canal de Panamá” y señaló, en forma precisa, que fue el año 1914.
La circunstancia histórica que se vivía, la Primera Guerra Mundial en pleno desarrollo, explicó el abogado e historiador, alejó la navegación de ultramar lo cual hizo que el comercio internacional disminuyera, afectando la actividad económica e, incluso, social de Punta Arenas.
“Fue un daño mayor ya que nuestra región, nuestra ciudad, culminaba los años de una economía floreciente, a comienzos del siglo veinte, y no se hizo sentir hasta el año 1919”, cuando, según Martinic ya dejaron de arribar los mercantes que recalaban a Punta Arenas, y aunque muchos esperaban, con esperanzas, que todo volviera atrás, como lo fuera antes de la apertura del Canal de Panamá, el daño fue irrecuperable.
La apertura del Canal de Panamá permitió que el mundo se abriera más, fue un benefició para el comercio del mundo, que el comercio chileno también llegara a nuevos mercados, especialmente a los grandes puertos norteamericanos del Atlántico, como Nueva York, Boston, entre otros, pero muchos buques ya no retornaron a Punta Arenas y esto golpeó la vida económica regional y de la Patagonia, indicó quien es considerado un observador privilegiado de los acontecimientos de Magallanes y que ha plasmado esas observaciones en una obra referida, precisamente, a la historia del Estrecho de Magallanes.
A comienzos de la década de 1970, aparecieron las nuevas tecnologías en la navegación y en el transporte de carga por la vía marítima y ¿qué más daño podría recibir Punta Arenas? si ya la presión del mundo se ejercía sobre Panamá y el canal, ante el auge de ese tipo de transporte, reflexionó el historiador sobre la marcha.
Importancia del Estrecho
El Premio Nacional de Historia comentó que había visto, a través de la televisión, la navegación de un gigantesco portacontenedores chino por el Canal de Panamá ya ampliado, a un costo millonario y eso lo llevó a volver a valorar la importancia del Estrecho de Magallanes como paso bioceánico.
Es que la tecnología ha señalado que no se detendrá en este tipo de nave mercante. Ya se están anunciando las nuevas unidades portacontenedores o gaseros o petroleros, indicó Martinic, los cuales, por sus dimensiones, no podrán utilizar el Canal de Panamá ni aún ampliado.
Y ello volverá a destacar la importancia del Estrecho de Magallanes por esos gigantescos artefactos navales podrían volver a navegar, a desplazarse por estas aguas australes, planteó el abogado e historiador.
Y para entonces, aunque no haya plazos precisos, habría que disponer de las condiciones portuarias adecuadas, prepararse para los desafíos futuros “porque la leche ya se derramó y no hay daño adicional”, señaló finalmente Mateo Martinic.