Muchas veces se ha intentado buscar respuestas al accionar delictivo y reiterativo en los adolescentes en Punta Arenas, lo cual puede tratarse por diferentes vivencias de cada uno. Sin embargo, durante el último tiempo hay una situación particular y que es coincidente en los adolescentes infractores de ley, la que dice relación con el consumo de pastillas ansiolíticas.
La fácil adquisición de estos fármacos, ya sea por Internet o por otros medios, está llevando a los adolescentes en establecimientos educacionales y los mismos jóvenes que reiteradamente visitan los tribunales de justicia, a consumir el denomnado Clonazepam.
De acuerdo a lo señalado por el siquiatra Juan Vukusich, se trata de un medicamento que se vende bajo receta médica, pero que de todas maneras está siendo de fácil acceso. “Son ansiolíticos, pero depende cómo se consumen, porque a veces los jóvenes muelen eso y les genera un momento de excitación que dura un rato, o lo consumen porque se relajan, se le quita una sensación de angustia o lo combinan con algo. En síntesis, es un medicamento depresor del sistema nervioso central y al ser mezclado con alcohol puede ser estimulante al comienzo, dependiendo la dosis y la vía de ingreso, pero eso dura sólo un momento. Esto produce amnesia, por lo que pueden llegar a cometer cosas que luego no recuerdan y puede provocar adicción”.
El especialista agrega que estos medicamentos son todos comercializados bajo receta médica, no obstante existe un fácil acceso: “Son medicamentos controlados, pero no es difícil de conseguir porque no son muy caros, pero son restringidos. Creo que para los jóvenes no es difícil de conseguir por ser medicamentos de uso corriente y pueden ser recetados con cierta facilidad”.
Clonazepam
Tal como lo explicó el siquiatra Vukusich, el Clonazepam es un fármaco perteneciente al grupo de las benzodiazepinas que actúa sobre el sistema nervioso central, con propiedades ansiolíticas, anticonvulsionantes, sedantes, hipnóticas y estabilizadoras del estado de ánimo. Se comercializa, entre otros, bajo los nombres de Clonagin, Clonex, Diocam, Klonopin, Kriadex, Linotril, Neuryl, Paxam, Ravotril, Rivotril y Zatrix.
También tiene un efecto estabilizador del estado de ánimo, causa el olvido temporal de episodios vividos, pero puede ser adictivo y producir alta tolerancia, al igual que el resto de las benzodiazepinas. Generalmente se administra por períodos breves o en casos de urgencia en pacientes que padecen trastorno bipolar.
El clonazepam se utiliza para el tratamiento de trastornos de ansiedad, del sueño como el sonambulismo, ausencias de tipo epiléptico, crisis convulsivas tonicoclónicas, trastorno bipolar y síndrome de abstinencia alcohólica, entre otras.
Los síntomas de la sobredosis del Clonazepam, similares a los causados por otros depresores del sistema nervioso central, incluyen somnolencia, confusión, coma, náuseas, disminución de los reflejos, hipertensión, paro respiratorio y en casos extremos, la muerte.
Los precios en las farmacias fluctúan entre los 4 mil pesos y los 20 mil, dependiendo las marcas de laboratorios, pero lo más preocupante es que son comercializados a través de diversas páginas de Internet, sin receta médica y sólo contactando teléfonos celulares, donde publicitan estos medicamentos con precios que fluctúan entre los 5 mil y los 50 mil pesos por caja.