El delito de trata de personas es mucho más frecuente de lo que se cree, sobre todo en Magallanes, donde las historias de mujeres provenientes del extranjero que llegan hasta la región seducidas por buenas ofertas laborales, y que sin embargo terminan siendo víctimas de este delito, no son pocas.
Es por ello que, dentro del contexto de la Mesa Intersectorial de Trata de Personas, que agrupa a diferentes organismos públicos (Sernameg, Seremi del Trabajo, Carabineros, PDI, entre otros), la encargada del área de Sensibilización, Prevención y Redes de Casas de Acogida para víctimas de trata de la ONG Raíces, Ingrid Almendras, visitó la región para dar a conocer el trabajo que se está realizando a nivel nacional y regional respecto de este flagelo social.
“La trata de personas tiene que tener tres elementos para considerarse como tal. Una de ellas es la actividad que consiste en captar y trasladar, acoger, cuando uno recibe en el país de destino. Por otro lado está el fin de la trata, que es la explotación, puede ser sexual, laboral, para donación de órganos, etcétera. Y por último están los fines para convencer. Muchos venden mejores oportunidades, un sueño, entonces utilizan mentiras, engaños, manipulación. No es tampoco un tema de cruce de fronteras, sino que la trata también se puede dar dentro de los límites del país”, explicó la encargada.
Esta ONG es la única en el país que se dedica a esta temática, con una sola casa de acogida dedicada especialmente a las víctimas de este delito. No obstante, siendo imposible el traslado de casos desde regiones hacia Santiago, las casas de acogida regionales (para mujeres víctimas de violencia por parte de sus parejas) son por el momento, el lugar en donde pueden llegar quienes han sufrido por esta situación.
“Lo más adecuado es que estas mujeres sean atendidas en los lugares donde fue detectado el delito, con el fin de evitar otros desarraigos, porque terminaríamos vulnerando nosotros si las sacamos de donde están”.
En cuanto a la realidad de Magallanes, la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Teresa Lizondo, mencionó hace unos días sobre el trabajo que se realiza con cerca de 300 mujeres en Casas de Acogida y Centros de la Mujer, de los cuales aún no hay un porcentaje de cuántas llegan específicamente por el delito de trata. Ante esto, Almendras hizo un llamado para evitar la vulneración de derechos de la víctima al momento de dar a conocer un caso de estas características: “Hay una confusión de querer dar a conocer un delito tan grande como es la violación de derechos humanos, pero tenemos que dar a conocer con perspectiva de derecho, eso quiere decir, garantizar la seguridad de esa persona. Si mostramos su rostro y cara, no sólo damos a conocer a la víctima, sino que, en casos de personas extranjeras, podemos terminar alertando a las mismas redes de trata”.
Sobre estimaciones a nivel nacional e internacional, la encargada manifestó que “estamos un poco al debe en eso, ya que las estimaciones están a partir de los casos judicializados. Debemos conocer más el fenómeno y ver otras mediciones para entender más cómo opera esta realidad. Los dos estudios que se han realizado son de hace varios años, entonces necesitamos cifras más actuales”.