Un pequeño pingüino antártico junto a sus amigos morsa, foca y gaviota, hicieron de las suyas en el escenario del Liceo Experimental UMAG con los niños del Jardín Infantil Josefina Braun de Punta Arenas, presentación que fue aplaudida por padres y asistentes a este show, en el cual se distinguió al establecimiento perteneciente a la red de Integra con el “Sello Antártico” de la Universidad de Magallanes (UMAG), convirtiéndose en el primero de su tipo en el país en recibir tal reconocimiento.
El trabajo del jardín infantil para conseguir este sello estuvo fuertemente ligado con el Centro de Estudios Antárticos de la casa de estudios superiores -a través del programa GAIA Antártica- en el cual los niños del establecimiento desarrollaron diversas actividades y acciones bajo la temática de “Antártica, un mundo de saberes”.
Por este trabajo, el coordinador de la Unidad de Vinculación con el Medio del Centro de Estudios Antárticos de la UMAG, Alfredo Soto, manifestó que “nuestra casa de estudios superiores, a través de GAIA Antártica y un fuerte vínculo con el ministerio de Educación, permitió que nuestra universidad fuese considerada una universidad antártica, por lo tanto tiene las competencias ideales para poder desarrollar estos programas, realizar el seguimiento y acompañar a las educadoras de párvulo”.
Por su parte, la directora regional de la Fundación Integra, Paola Valenzuela, destacó que “este es un trabajo que ha sido bastante provechoso en términos de lo que significa el aprendizaje de los niños, las familias y toda la comunidad respecto del valor de la Antártica, es el único jardín en todo Chile que recibe esta distinción y eso es muy importante de valorar, porque implica un trabajo serio y colaborativo”.
Finalmente, la más orgullosa fue la directora del Jardín Infantil Josefina Braun, Angélica Saldivia, quien expresó que “esto llega a consolidar el trabajo que hemos hecho durante cuatro años como equipo, como comunidad educativa. Nosotros partimos con un sello ambientalista y este sello antártico llegó para complementarlo, teniendo presente que nuestra región se llama Magallanes y Antártica Chilena y que muchas veces se nos olvida, debemos aprender a cómo cuidar la Antártica y cómo cuidar nuestros recursos, generando conciencia desde muy pequeños a los niños”.
El establecimiento, de carácter ecológico, cuenta actualmente con una matrícula de 64 niños, repartidos en tres niveles: dos cursos de medio menor y uno de medio mayor.