La
defensa de los dos chilenos acusados de asesinato en Malasia, delito
que se castiga con la pena de muerte, consiguió que se retractase el
paramédico que atendió a la víctima, durante una vista del juicio que se
celebra en Kuala Lumpur. La sesión en el juicio en contra de Fernando
Candia y Felipe Osiadacz se centró en la declaración de este paramédico y
en las preguntas que le formuló la abogada de la defensa, Venkateswari
Alagendra.
La letrada primero preguntó de manera pormenorizada al testigo de la fiscalía sobre su actuación desde que recibió la llamada de la Policía, hasta que asistió a la víctima en el vestíbulo del hostal en el que se alojaban los acusados y donde murió. El paramédico declaró que cuidó a la víctima de la mejor forma posible y con todos los recursos a su alcance.
Luego,
la defensa proyectó la grabación de las cámaras de video del hostal que
recogen la actuación del paramédico y se comprobó que no corroboraba la
detallada atención que acababa de describir el testigo. El paramédico
reconoció, tras la proyección, que solo le tomó el pulso a la víctima y
luego dictaminó que estaba muerto. “Creo que no hizo lo que dice que
hizo, y si hubiera hecho lo que es su deber, probablemente la víctima
todavía estaría viva hoy.
Es solo una posibilidad, no estábamos allí,
así que no podemos saberlo con certeza”, dijo Alagendra. El cocinero
Candia y el ingeniero Osiadacz, detenidos en Kuala Lumpur en 2017 cuando
se encontraban de vacaciones, mantienen que la víctima los siguió hasta
el hostal donde se hospedaban para pedirles dinero y se produjo un
“forcejeo” en el vestíbulo en el que el malasio falleció.
En la audiencia del lunes, se proyectó el video del “forcejeo” que, aunque de baja calidad, evidencia cómo, cerca de las 5.20 de la madrugada del 4 de agosto de 2017, Candia entra con paso normal en el hostal e instantes después lo hace la víctima, que ha sido descrita durante el juicio como “un hombre vestido con ropa de mujer”.