En la red es posible encontrar algunos de los relatos breves más célebres del autor argentino, Julio Cortázar, un maestro del género. En vida publicó ocho volúmenes de cuentos en que figuran clásicos como “La continuidad de los parques”, “La isla a mediodía”, entre otros.
“Casa Tomada”. Publicado originalmente en 1947 en Los Anales de Buenos Aires -revista dirigida por Jorge Luis Borges-, el relato abre el primer libro de cuentos de Cortázar, “Bestiario” (1951). La historia gira en torno a dos hermanos que cuidan una vieja casona, la que deben abandonar una vez que es tomada por extraños.
“La señorita Cora”. Una operación de apendicitis a un joven de 15 años y el vínculo que genera con la enfermera que lo cuida, es el hilo conductor para uno de los cuentos más célebres del escritor argentino, publicado en el libro “Todos los fuegos el fuego” (1966).
“Final del juego”. Tres hermanas, un tren y un fulgurante amor adolescente, definen el relato que da título al segundo libro de cuentos del argentino, publicado en 1956. Inspirado en sus vivencias de infancia en Banfield, el relato destaca por su trama envolvente, sus giros sorpresivos y la manera en que el autor describe lugares y gestos de los personajes.
“La continuidad de los parques”. Uno de los cuentos más clásicos de Cortázar, que a menudo se presenta como una muestra de su habilidad para cruzar historias en un mismo relato. Destaca por su prosa y el manejo del ritmo casi rayando en la poesía. Este cuento abre el libro “Final del juego”.
“El perseguidor”. Otro relato considerado un clásico de Cortázar. La historia del músico de jazz Johnny Carter (inspirado en Charlie Parker) está incluido en “Las armas secretas” (1959). Se trata de una narración contada desde el punto de vista de un periodista que entrevista al artista quien pasa por una etapa decadente, viviendo en una habitación de hotel, sin saxofón. Cortázar, un melómano que disfrutaba del jazz, juega con el ritmo, las repeticiones y las palabras al modo de un solo que despliega con todo su virtuosismo literario.
“La isla a mediodía”. Un hombre que trabaja como tripulante en un avión fantasea con conocer una isla con forma de tortuga que ve desde el aire. Se imagina recorriéndola, conversando con sus habitantes, bañándose en sus cálidas aguas.
“La noche boca arriba”. El relato cruzado por excelencia. El tiempo una vez más como factor: de un joven que yace en una camilla tras un accidente, a uno que es capturado por los mexicas en las guerras floridas y es conducido al inevitable tránsito del sacrificio en lo alto de una pirámide.
“Bestiario”. En los primeros relatos de Cortázar hay un interés por las historias puertas adentro; las relaciones familiares descompuestas, las tensiones, el incesto. Ello cruza el cuento que le da nombre al primer libro del argentino. Una muchacha pasa el verano en la casa de unos parientes, en cuyos alrededores merodea un tigre. La presencia del felino condiciona la vida de un grupo familiar en que campea el desencuentro entre hermanos y los secretos que no se pueden revelar.
“La autopista del sur”. Si algo caracteriza la literatura de Cortázar, es su capacidad para reflexionar sobre el comportamiento humano ante situaciones límites. De alguna forma, el autor presentaba pequeños experimentos sociales en los que desataba toda su fértil imaginación y sus obsesiones del momento, para invocar a lo absurdo. En La autopista del sur, será un embotellamiento el que da paso a una situación, en que la gente primero se auxilia, luego reacciona con impotencia, para finalmente ignorarse una vez que todo se soluciona.
“Instrucciones para John Howell”. Situaciones imposibles se desarrollan en este cuento ambientado en el mundo del teatro. De alguna manera, Cortázar juega con los límites entre la realidad, la ficción, las obsesiones y lo inexplicable. Una función de la que los actores huyen y un asesinato, introducen al lector en un texto que transmite el vértigo de lo incierto.
Todos los cuentos se pueden encontrar en www.ciudadseva.com y www.literatura.us.