La literatura nos muestra, que ser disciplinados/as en la vida, nos garantiza tener resultados positivos en todo orden de cosa, sin embargo, de acuerdo a las estadísticas tanto nacionales, como regionales nos hablan de las consecuencias que tiene el antónimo de este comportamiento, resultado que nos afecta de manera holística.
Al parecer ser disciplinados es incómodo, porque nos invita o más bien nos obliga adoptar acciones que tienen que ver con dominar nuestros impulsos y lo que tal vez en este momento pareciera una urgencia, sin medir los riesgos asociados a ello. Sin duda, frente a esta pandemia, nadie espera un desenlace perfecto, porque sería una utopía, muy lejana y distante de la realidad mundial, pero a pesar de ellos, no podemos dejar de mirar nuestra región, como un alumno aventajado en distinto orden de cosa y en diferentes escenarios, todo lo anterior lo podemos resumir en una sola palabra, “UNIÓN”. La pregunta inmediata es ¿que nos pasó?, ¿Por qué dimos paso a la indolencia?, y tantas otras preguntas que vienen a mi mente mientras escribo estas líneas.
Otra arista de esta problemática, fue la falta de liderazgo político frente a una crisis sanitaria que se presentaba a nivel global, nacional y regional. Sabemos que nadie estaba preparado/a para esta crisis sanitaria, desconocer eso sería ser de una arrogancia imperdonable, no obstante, la reacción de las autoridades locales fue tardías y en muchos casos irresponsable. Escuchar eternamente en cada entrevista y conferencia que se debía consultar a nivel central o esperar indicaciones del mismo, hizo que la población magallánica, se sintiera desprotegida, vulnerable y hasta abandonada, estos mismos sentimientos impulsó que la población comience a levantar la voz, exigiendo decretar cuarentena total y claro se logró, pero en razón de muchos costos asociados, que finalmente terminan pagando las personas con mayores necesidades.
Hace muy poco, “El rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, advirtió sobre la necesidad de abordar a tiempo y deforma correcta los efectos que está generando la pandemia del coronavirus en la salud mental de las personas”. A su juicio, el hecho de no tomar medidas para enfrentar este tema "puede tener efectos desastrosos a corto plazo, debido a las difíciles condiciones en las que están viviendo las personas en medio del avance de la enfermedad en Chile y el mundo”. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2020/04/15/983074/SaludMental-Preocupacion-Cuarentena.html
Entonces nace una nueva preocupación, porque sabemos que nuestro país, existen varias deudas históricas, salud mentales una de ellas, pareciera ser o al menos se visibiliza la falta de recursos en varios ámbitos, son como el pariente pobre de salud, con el respeto absoluto que me merece los profesionales del área y los esfuerzos que realizan para cumplir su labor con muy poco. Por esta misma razón, es que me parece necesario abordar este tema de manera integral, ya que ellos/as tendrán que hacerse cargo de este confinamiento, aislamiento social entre muchos otros temores que ya tiene afectada a una cantidad importante de personas.
Esta preocupación, tiene como base que, al 4 de octubre del año recién pasado, las cifras de salud mental en Chile eran impactante, debido a que se hablaba de un millón de personas sufriendo de trastornos de ansiedad y 850 mil personas con depresión. Ahora si contextualizamos a la realidad que estamos enfrentando actualmente, requiere que la autoridad sanitaria se haga cargo de esta materia, adoptando nuevos lineamientos que permita actuar rápidamente, para que Chile pueda adoptar una actitud resiliente, para ello se requiere de manera urgente trabajar los déficits existentes en recursos económicos y humanos en el sistema público relacionados con salud mental.
Finalmente,
apelar al comportamiento de losmagallánicos/as, tomando todos los
resguardos necesarios, para no seguir colocando nuestra vida y la de
otras personas en una ruleta rusa. Recobremos el sentido regionalista y
el valor de la vida.