Si hay un tema al que se ha dedicado en el último tiempo el diputado frenteamplista Gabriel Boric es a la salud mental. Desde que en octubre de 2018 hizo público su tratamiento para enfrentar un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) esta materia pasó a ser un eje en su gestión. A principios de 2019 se juntó con expertos y organizaciones de la sociedad civil para elaborar una propuesta. El estallido social primero y el Coronavirus después, fueron modificando el trabajo, pero también haciendo más imperioso el documento. Por ello elaboró un texto que ya entregó al doctor Matías Irarrázaval, encargado de Salud Mental del Minsal, y que incluye 10 propuestas para enfrentar la materia. Entre ellas la designación de un delegado presidencial en Salud Mental, campañas de comunicación sobre autocuidado y protección a mujeres víctimas de violencia intrafamiliar durante las cuarentenas.
- ¿Cuánto agudiza el problema esta pandemia? Hay miedo a enfermarse, a morir, otros tienen hambre, hay cesantía y aumentarán los duelos.
Está el riesgo de que se superponga un padecimiento sobre otro y esto agrava algo que ya era grave. Gente que pudo haber tenido trastorno de ansiedad y ahora podría desarrollar otra patología. O gente que tenía algún intento de suicidio y que ahora puede estar pasando una situación de hambre o violencia que pueda derivar en adicciones.
- ¿Cómo evalúa el anuncio del programa Saludable-Mente?
Me alegro que el Presidente lo haya anunciado. Eso va a requerir fortalecer el sistema público porque va a haber un aumento exponencial de consultas. El 50% de los profesionales de la salud trabajan en el sector privado, donde se atiende solo un 20% de la población. O sea para el otro 80% hay un porcentaje que no alcanza. Hasta ahora el anuncio es un buen primer titular, que todavía no tiene una implementación territorial. Hay que tener ojo de que no pase algo parecido a lo de las cajas de alimentación. Hubo mucha gente que salió de inmediato a buscar las cajas. Y algo parecido pero más silencioso, está ocurriendo en materia de salud mental, donde gente va a consultar por el anuncio pero en el Cesfam, en las municipalidades y en los hospitales no hay conocimiento. Ojo que a mi no me interesa solo criticar y denunciarlo, sino colaborar. Estoy a disposición de colaborar activamente, pero se requiere que el Gobierno también escuche propuestas.
- ¿Y desde el Parlamento cómo se puede colaborar en lo concreto?
Ahora estamos formando una bancada transversal de salud mental con gente como Jaime Bellolio (UDI), Sebastián Keitel (Evópoli), Marcela Sabat (RN), Catalina del Real (RN), Francisco Eguiguren (RN), Carolina Marzán (PPD), Diego Ibáñez (Convergencia Social) y Miguel Crispi (RD). Todos ellos han mostrado interés en la materia o han presentado proyectos de acuerdo. La idea es que sea un abanico político lo más amplio posible para poder incidir. Es algo que tenemos que abordar entre todos o no se va a avanzar. Me di cuenta de que no podía ser una pelea solitaria y que no tenía ningún sentido tener un protagonismo individual en esto, que si no era algo más transversal podía ser un bonito saludo a la bandera.