Ayer, Joel Reyes Blanco y Kevin Quilaleo Salgado llamaron a Carabineros para denunciar un robo en su casa. Presuntamente, cuatro sujetos golpearon la puerta de la vivienda y rompieron una ventana, para después entrar y llevarse un bolso con artículos de peluquería.
Cuando los efectivos policiales llegaron al lugar, escucharon lo relatado por los moradores y registraron el hogar para constatar los daños.
Sin embargo, un fuerte olor a marihuana y abundante tierra en el piso distrajo las diligencias de Carabineros. Ante la sospecha de que en el inmueble se cultivaba cannabis sativa, los efectivos extendieron sus pesquisas y encontraron el origen del aroma: tres plantas de marihuana en sus maceteros y otras dos con su raíz arrancada.
No sería el único hallazgo. En la cocina se encontraron papeles cuadrículados con marihuana en su interior y la sustancia vegetal esparcida a granel en una caja. En total, se requisaron 589 gramos.
De víctimas por violación de morada, Reyes y Quilaleo pasaron a ser detenidos por cultivo, siembra y cosecha de marihuana. La sustancia encontrada obligó la movilización de personal del OS-7 y del Laboratorio de Criminalística de Carabineros.
La defensa de los imputados puso en duda la legalidad de la detención, pues argumentaba que Carabineros no tenía autorización judicial para entrar a la vivienda.
“Aquí se dio una situación de ilegalidad, debido a que si Carabineros muta la finalidad del ingreso al domicilio, evidentemente no se contaba con un ingreso legal para pesquisar una situación en contra de los imputados. Aquí se transgredió la intimidad de las personas”, dijo el abogado defensor, Pablo Santander.
Sin embargo, el Juzgado de Garantía de Punta Arenas desestimó los argumentos de la defensa y dijo que la detención era legal.
Los formalizados no podrán salir de la Región de Magallanes mientras duren los 70 días de investigación que realizará el Ministerio Público.