Por unanimidad, el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas condenó ayer en la tarde a J. E. S. S., quien debe cumplir una pena de 5 años en el recinto penitenciario de Punta Arenas.
Además, se le impuso una multa de casi 500 mil pesos.
El tribunal dio por acreditado que el 29 de julio del 2019 el sentenciado -que mantuvo una relación de pololeo con la víctima por 6 meses- violó a la mujer de 23 años de edad mientras sus hijos estaban en la casa.
Al día siguiente, la víctima volvió al domicilio del condenado en la mañana. Tras una discusión, el imputado la empujó en su habitación y golpeó su teléfono celular. La mujer quedó con lesiones policontusas y su celular resultó destruido.
El juicio contó con la presencia de 13 testigos y dos peritos. La Fiscalía presentó ante el tribunal a funcionarios de la PDI, médicos y la psicóloga de la víctima, entre otros.
La terapeuta de la agredida señaló que a su paciente “le costó mucho identificarse como víctima. Es en el contexto terapéutico en que empieza a darse cuenta de que las situaciones vividas tenían connotación sexual, ya que en ese momento siente culpa de no haber respondido como pareja”.
La propia víctima compareció ante el tribunal, quien señaló que las relaciones sexuales de ese día fueron forzadas y con la presencia de los hijos del imputado en la casa.
“Sobre el relato entregado por la víctima, el tribunal lo aprecia coherente, lógico y verosímil, y en consecuencia idóneo para acreditar el hecho probado en relación al delito”, dice la sentencia del tribunal.
La defensa llamó a testificar a la madre de los hijos del sentenciado, compañeros de trabajo y su propia madre. Respecto de esas comparecencias, el tribunal estimó que “no tienen ningún conocimiento de las circunstancias en que se produce el hecho que se ha tenido por probado”.
Por las heridas de la víctima y los destrozos a su celular, el tribunal lo declaró culpable de lesiones menos graves y daños simples. Por ambos delitos, al imputado se le impuso una multa de 10 UTM (cerca de 500 mil pesos).
De los 5 años que le esperan al imputado tras las rejas, 546 días serán descontados. Esto se debe a que el sujeto cumple con la prisión preventiva desde agosto del 2019.
La defensa pidió la absolución del condenado, diciendo que la pareja siempre tuvo relaciones consentidas. Sobre la sentencia, estudian la decisión de apelar el fallo ante la Corte de Apelaciones de Punta Arenas.