Una semana después de evadir el control militar durante el toque de queda y casi embestir contra un funcionario, la mujer de iniciales J.B.S. compareció ante el Juzgado de Garantía de Punta Arenas.
Sin embargo, no lo hizo por la fuga que la hizo célebre en redes sociales y matinales de televisión. Acudió al tribunal por el juicio simplificado que enfrenta por los hechos casi calcados que habría cometido el año pasado.
El 11 de noviembre, la joven fue controlada por funcionarios del Ejército en Rómulo Correa con Eduardo Frei Montalva. Eran casi la 1 de la madrugada y regía el toque de queda. En estado de ebriedad, presuntamente decidió poner pie al acelerador y embestir contra los militares, quienes lograron esquivarla.
Finalmente fue alcanzada en la calle General del Canto. Junto a ella iban dos amigas, quienes también estuvieron presentes en la cita de ayer en los tribunales.
Por los hechos de noviembre pasado la Fiscalía solicita una pena de casi tres años para la esquiva conductora. Le imputa los delitos de manejo en estado de ebriedad e infracción a las normas sanitarias.
En la audiencia de ayer, el Ministerio Público se negó a cualquier tipo de salida alternativa o rebaja de condena. Al ser un procedimiento simplificado, el tribunal podía dictar una sentencia a corto plazo en caso de que la imputada reconociera los hechos.
Por consejo de su abogada, la joven negó su autoría en los delitos. Por ello se fijó una nueva audiencia para el próximo 24 de junio.
La fuga que protagonizó el miércoles pasado continúa en proceso de investigación y ayer la Intendencia Regional de Magallanes anunció que en los próximos días interpondrá una querella.