El sujeto de iniciales H.A.A. viajó a la Región de Magallanes para recuperar a su expareja. En lugar de retomar la relación sentimental, fue enviado al Complejo Penitenciario de Punta Arenas: habría violado y lesionado reiteradamente a la mujer.
Los antecedentes de la Fiscalía indican que la víctima conoció al imputado el mes pasado en Puerto Montt. Comenzaron una relación que se cortó en mayo, cuando la mujer decidió viajar a Punta Arenas para retomar un pololeo anterior.
El hombre no aceptó el término de la relación y tomó un avión a Punta Arenas el 7 de junio. Cuando llegó, vio a su expareja caminando por el centro de la ciudad y la encaró. Le habría propinado palmadas y frentazos en plena vía pública para que se fuera a vivir con él.
Atemorizada, la víctima accedió y se fueron a una casa en Villa Alto Andino. En ese lugar habría sido sometida a golpes y amenazas que se extendieron por dos días, hasta que logró huir a un motel. Ahí se mantuvo escondida hasta el sábado pasado, pero su expareja la encontró.
Esta vez la mujer fue trasladada a un inmueble en Población El Pingüino. Nuevamente habría recibido golpes en su rostro y cabeza. El imputado la amenazó de continuar con las agresiones si no aceptaba sus requerimientos sexuales. Asustada, la víctima accedió y habría sido violada.
En el mediodía del domingo el sujeto se quedó dormido y la mujer aprovechó la oportunidad. Solicitó auxilio por mensaje de texto a su madre, quien a su vez llamó a Carabineros. Según el parte policial, se encontraron con la víctima visiblemente lesionada y la trasladaron al hospital, donde constató heridas múltiples en la cabeza y en el rostro.
El imputado fue arrestado y trasladado a la comisaría. “Me voy a acoger a mi derecho a guardar silencio porque todo lo que se dice aquí es mentira”, exclamó. En paralelo, la policía constató que el Juzgado de Garantía de Osorno despachó una orden de detención en su contra por maltrato habitual.
Ayer, la fiscal Wendoline Acuña le comunicó que sería investigado por dos delitos: violación y lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar. La persecutora solicitó al tribunal que se impusiese la prisión preventiva mientras se indaguen los hechos.
“Su libertad es peligrosa para la seguridad de la sociedad y para la seguridad de la ofendida”, señaló la fiscal Acuña.
Aunque la defensa intentó desvirtuar el testimonio de la víctima y que no se podía probar que las relaciones fueron a través de la intimidación, el juez Franco Reyes determinó que el imputado estuviese privado de su libertad. “Hay existencia de antecedentes suficientes respecto de cada uno de los ilícitos formalizados”, dijo.
Mientras H.A.A. esté recluido en la cárcel pública de Punta Arenas –ubicada a solo unas cuadras de la primera casa donde trasladó a la víctima–, la Fiscalía hará peritajes bioquímicos. La investigación se extenderá por cuatro meses.