Nacido en Santiago, pero asegura estar “profundamente enamorado de la región”. Llegó el año 2016, debido a motivos laborales de su padre. Benjamín Celedón debió acostumbrarse a una nueva realidad.
“Pasar de Santiago a Punta Arenas es un cambio gigante”, señaló en entrevista al programa Todo Noticias de Pingüino Multimedia. Recuerda que “iba en sexto año del colegio Gabriela Mistral de Quinta Normal y postulé al Salesianos Alameda y quedé en el segundo lugar del listado. Pero como cambié de residencia, me consideraron eso para entrar directo al Liceo San José”.
En las aulas capitalinas, la veta de dirigente siempre la tenía impregnada. Pese a que recién conocía a sus compañeros magallánicos, continuó con esa responsabilidad en Magallanes asumiendo varios cargos hasta que 26 de abril de este año tomó los hilos del Centro de Alumnos del establecimiento. “Siempre me gustó, fui parte de las directivas, participar en la pastoral. Este año vi la oportunidad de ser el presidente del Centro de Alumnos. Postulé y salí elegido”, confiesa el estudiante de cuarto medio.
Dentro de la entrevista, reconoce que “me gusta escribir, dar discursos y otras veces chamullar”.
Al momento que se anunció que se iban de cuarentena por el covid-19, recuerda que “estuvimos una semana en clases y después me ausenté porque me saqué una muela del juicio. Estaba entusiasmado por volver y cuando estaba listo, decretaron la cuarentena”. Además, agrega que “se hacían bromas sobre el covid-19. Nadie se tomó la forma en el que se merecía ser tomado”.
En el año 2020 las clases fueron en modalidad online. Benjamín Celedón era el presidente de curso y se preocupó de lo que pasaba con sus compañeros.
“Tuve la opción de conversar con ellos. Más allá del tema del aprendizaje, que es una de las falencias, lo que más nos afectó fue la pérdida de la relación humana. Dentro de lo que complejo que resultaba conocer el estado de cada uno, debido a que estaban encerrados, buscaron instancias para estar en comunicación. Si no hubiésemos buscado, no habríamos descubierto”, revela.
Pero en lo personal también vivió momentos apremiantes. Junto con lamentar no ejercer el liderazgo del curso y el rol de abanderado de curso que también había sido designado, las tareas y su hobbie de tocar instrumentos musicales fueron aliados para conllevar el encierro.
También su reto en el directorio le permitió saber más sobre la realidad que han vivido los profesores. “Me han dicho que tienen más trabajo que antes de la pandemia”, resume Benjamín Celedón.
Durante esos meses reflexionó y constató el sufrimiento de las personas, por no gozar de las libertades que contaba antes de la emergencia sanitaria: “Las personas se han visto menospreciado en el tema de la salud mental. Tenemos que ir aprendiendo”, asegura. Pero eso lo hizo entender y fue empático: “No sabíamos a lo que estábamos enfrentando. Nos sentíamos disconformes. Cuando nos manifestábamos contra los profesores, pero ellos se sentían de la misma forma”.
Consultado sobre el 2020, responde que “fue un año de mal gusto. Me daba la sensación como de estar sentado en la casa viendo tele”.
Con Punta Arenas, avanzando de etapas, este 2021 volvieron a tener clases presenciales.
Dice haberse vacunado con las dos dosis. “Es respetable que alguien no quiera vacunarse, pero si quiero gozar de algunas libertades debo cumplir con algunas responsabilidades”, cuenta Celedón, quien dice tener aptitudes en el área humanista. Pensó en estudiar Derecho, pero en las últimas semanas se estaría decidiendo estudiar la carrera de periodismo.