Hemos entregado a la ciudadanía la Política Nacional Minera 2050 (PNM2050) documento que representa la forma en que Chile espera que su principal industria se desarrolle durante los próximos años.
La PNM tuvo una participación transversal, más de 3500 personas de todo el país contribuyeron a este logro, logro que nos debe llenar de orgullo, ya que siendo un país minero no teníamos una Política Nacional que guiara el futuro de nuestra principal actividad económica. Este es un momento histórico del que todos somos parte. No solo por haberlo construido, sino que también porque debemos trabajar desde ya para lograr sus metas.
La frase que más quedó plasmada durante el desarrollo de la PNM, es que Chile quiere que su minería sea más innovadora, inclusiva y sostenible. El primero de estos conceptos, es la innovación, término que ha sonado bastante el último tiempo, pero que no deja de ser sustancial. Al respecto, hemos trabajado modelos de gestión para potenciarla, pero sin duda falta el impulso final, aquel que permite que las innovaciones nacionales tengan la oportunidad de ser puestas a prueba en la operación y así atrevernos a cambiar la forma en que hacemos minería.
Por otra parte, también debemos avanzar hacia una minería más inclusiva. Dejar atrás el paradigma de una industria masculinizada. Soy testigo del trabajo que se está desarrollando, apoyado fuertemente por instituciones y mujeres que empujan la idea que no podemos enfrentar los desafíos de la industria minera al 2050 sin tener una perspectiva de inclusión y particularmente de la mujer.
Más aún, hay dos aspectos que son importantes en inclusión femenina. El primero es el rol del hombre, hoy el 88% de los trabajadores en la minería son hombres y son ellos los primeros en ser los agentes de cambio. El hecho de estar en conocimiento de los objetivos, favorece enormemente la inclusión. Segundo, nuestras mujeres, sobre todo las más jóvenes, tienen que sentirse seguras y cómodas frente a esta industria para que así puedan atreverse a cumplir sus sueños y estudiar carreras STEM, carreras técnicas asociadas a la minería. Y es nuestra responsabilidad atraerlas a la minería porque, hoy la industria las está esperando.
Por último, sabemos que es necesario avanzar hacia una minería sostenible, una minería que no solo entregue al mundo los minerales necesarios para combatir el cambio climático, sino que también tenga una clara trazabilidad en sus procesos, que disminuya de manera radical su uso de agua continental al 2050 y migre su matriz energética hacia energías renovables. La industria más importante de nuestro país merece una política que la guíe hacia una minería más sustentable, inclusiva, innovadora y tecnologizada.