Ayer se inició el juicio en contra del sujeto de iniciales J.P.V., que arriesga hasta 20 años de cárcel por presuntamente abusar y violar reiteradamente a su sobrina entre 2015 y 2019.
Los hechos se habrían iniciado cuando la niña tenía nueve años. Según la acusación, el imputado ––que vivía con la abuela de la menor– se aprovechaba de la relación de confianza para satisfacer sus deseos sexuales, llegando a simular con ella un matrimonio.
En los dos primeros años, el imputado habría realizado tocamientos en la zona genital de la menor y le pedía que no dijese nada, sino algo malo les ocurriría. Los ataques subieron de escala con el transcurso del tiempo, hasta que en el segundo semestre de 2018 la accedió carnalmente. El sujeto habría vuelto a violar a la niña durante un viaje en la zona central del país.
El caso se devela a partir de un miembro familiar que detectó la relación sexualizada entre el imputado y su sobrina, terminó revelando las vulneraciones que sufrió desde su temprana infancia. El 26 de junio de 2020, la Policía de Investigaciones (PDI) concretó la detención.
El imputado seguirá los cinco días programados de juicio desde el Complejo Penitenciario de Punta Arenas, donde cumple con prisión preventiva. Veintitrés testigos prestarán su declaración ante los jueces, incluyendo a la víctima y miembros del grupo familiar.
La Fiscalía –que cuenta con un informe sexológico para acreditar los hechos– solicita cinco años de cárcel por abuso sexual y otros 10 por violación impropia, ambos en carácter de reiterado. La representante de la víctima, Claudia Guerrero, pide 20 años por ambos delitos, pues concurriría la agravante de abuso de confianza.