El 2019, un joven que tenía 18 años de edad quedó en riesgo vital tras recibir dos impactos de bala en un operativo policial. El Ministerio Público inició una investigación que sigue en curso y el jueves pasado se declaró admisible una querella interpuesta por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
La acción interpuesta devela los resultados del informe balístico que hizo la PDI. Según las pericias, los carabineros percutieron un total de siete disparos, seis de ellos de frente y hacia el interior del vehículo
El procedimiento policial
Los hechos ocurrieron el 28 de julio de 2019, en la costanera de Punta Arenas. La víctima, Roberto Ortiz Álvarez, se encontraba en un vehículo junto a tres amigos en el sector de las canchas.
En horas de la madrugada una patrulla policial con cuatro funcionarios fue a fiscalizarlos. Ordenaron a los cuatro bajar del móvil y habrían permitido que los acompañantes del conductor se fuesen. Ya solos con Ortiz Álvarez le pidieron que exhibiese los documentos del vehículo, pero el joven decidió subirse al carro y huir del lugar.
Los funcionarios percutieron siete disparos. Una de las balas concluyó en la mano de la víctima, mientras que la otra se alojó en su hígado. Ingresó en riesgo vital al hospital y estuvo hospitalizado durante dos meses, para después someterse a rehabilitación a nivel motor y de voz.
El informe
El Laboratorio de Criminalística de la PDI perició el sitio del suceso por instrucción de la Fiscalía. A partir del examen de las vainillas recogidas, seis disparos se efectuaron desde la zona delantera hacia el interior del vehículo. La otra munición se percutió desde el costado, a la altura de la puerta del conductor.
El informe revela que los disparos fueron percutidos por dos pistolas, una del teniente José Jeréz Moscoso y la otra del cabo primero José Villaseca Álvarez.
Carabineros tiene una versión distinta de los hechos. Los otros dos funcionarios que participaron del procedimiento acusan ser víctimas de un homicidio frustrado. Sostienen que el joven chocó la patrulla policial en su huida y después iba a arremeter contra el teniente Jerez Moscoso, quien reaccionó con los disparos al vehículo. No mencionan que el cabo Villaseca Álvarez haya usado su arma.
Con el informe de balística en mano, el INDH acusa que los hechos corresponden a un delito de violencia innecesaria. El Ministerio Público aún no solicita una audiencia de formalización, pero la causa sigue abi