Otra de las competencias o habilidades sociales altamente valorada en la actualidad es la proactividad.
Para entender este concepto la mejor forma es partir por la definición opuesta. Es decir, la reactividad. La persona reactiva se limita a reaccionar o responder solo cuando se ve exigida o presionada a ello. Sin embargo, una persona proactiva es aquella que es capaz de tomar la iniciativa frente a las dificultades. Interviene de forma positiva, sin que otra persona se lo pida. También es la capacidad de prepararse con antelación a posibles conflictos, buscando posibles soluciones para así evitarlos.
Las personas proactivas se caracterizan por tener iniciativa y por alcanzar lo que se proponen. Además, ser proactivo significa tomar el control de los acontecimientos en vez de quedarse mirando como suceden las cosas.
Desde un punto de vista de psicológico, se sabe que las personas proactivas tienen características como las siguientes:
-Son personas decididas. Tienen objetivos claros y concretos y poseen facilidad para tomar decisiones.
-Son optimista y dinámicas. Son capaces de ensayar nuevas conductas y experimentar situaciones novedosas. Esto significa buscar la acción, tener pasión por la resolución de problemas o tener iniciativas que ayuden a evitar que se presenten los mismos.
-Utilizan un lenguaje positivo. Es decir, emplean un lenguaje que busca posibilidades, abre nuevas alternativas o nuevos enfoques y aporta posibilidades de acción. Por ejemplo, usan frases motivadoras como las siguientes .¨Todo problema tiene solución, solo hay que encontrarla¨ Por otro lado, evitan emplear etiquetas tales como: ¨Frente a esto no se puede hacer nada”. Las quejas no tienen cabida en su mundo, ya que siempre ven oportunidades incluso en las situaciones complejas. Además de expresarse con optimismo, son capaces de hacer que las personas de alrededor tengan mayor disponibilidad a buscar soluciones en conjunto.
-Poseen conducta prosocial. Exhiben conductas sociales positivas. Es decir, que no daña, que no son agresivas. Este tipo de comportamiento es muy importante, porque, la mayor parte de las veces, para lograr lo que quieren requieren la colaboración de los otros
-Confían en sí mismos. Gozan de una buena autoestima. Esto les permitirá ser dinámicos y participar de forma ágil en todas las actividades que realicen, expresando sus ideas en todo momento.
La proactividad, como cualquier habilidad social, se puede desarrollar.
Para acrecentar el nivel de proactividad, un ejercicio que se puede realizar es provocar que las cosas ocurran. Si no somos personas proactivas o no nos consideramos como tales, podemos comenzar desde las situaciones pequeñas de nuestra vida cotidiana. Imaginemos que llevamos tiempo deseando invitar a amiga a tomar café, pero siempre hemos buscado excusas para no llamarla o hemos estado esperando que la otra parte nos invite. Pues bien, podemos comenzar por llamar por celular a esa amistad y concertar un día y una hora exacta para tomar café.
A medida que vayamos tomando el control de manera proactiva en nuestro día a día, podemos ir subiendo el nivel a otras situaciones más grandes, hasta que la característica de la proactividad ya forme parte de nuestro ser.