Los hechos ocurrieron alrededor de las 23:20 del sábado. Aunque en 2017 le prohibieron de por vida el manejo de vehículos por no dar cuenta de un accidente, el imputado condujo su Chevrolet Spark por las calles del Barrio Prat.
En la esquina de Manuel José Orella con Condell, el imputado perdió el control de su vehículo y chocó contra un Suzuki. Luego se dio a la fuga, pero sólo avanzó cuatro cuadras: su neumático tuvo un desperfecto y la víctima le dio alcance.
Según el parte policial, el chofer no podía mantenerse en pie. Carabineros llegó al lugar y constató que iba con 2,25 gramos de alcohol por litro de sangre. Tras una noche en los calabozos, ayer lo formalizaron por manejo en estado de ebriedad con la agravante de tener su licencia suspendida a perpetuidad.
A partir de estos antecedentes, el Juzgado de Garantía de Punta Arenas le impuso el arresto domiciliario nocturno y el arraigo regional. Se dio un plazo de 90 días para que la Fiscalía investigue los hechos.