Ayer en el programa de Pingüino Radio, “Las Cosas por su Nombre”, de Pingüino Multimedia, fue entrevistada la coordinadora regional del Centro de Apoyo de Víctimas, la abogada, Natacha Oyarzún, quien se refirió al trabajo que se lleva a cabo en su unidad y cómo han hecho las gestiones para apoyar y contener emocionalmente a la familia del ciudadano español de 69 años, José López Santiago, el cual falleció en la víspera de Año Nuevo, a causa de un atropello protagonizado por un joven de 22 años, que según el Ministerio Público, iba bajo los efectos de las drogas y el alcohol.
A modo de introducción, la funcionaria explicó que la labor del Centro de Apoyo de Víctimas muchas veces es silencioso, pero significativo para quienes son beneficiados, haciendo que los procesos se lleven a cabo de mejor manera y las personas se sientan asistidas.
A modo complementario, desde el Servicio Médico Legal informaron que ayer el cuerpo de López fue entregado a la familia, que a su vez contrató una funeraria que trasladó al fallecido al Cementerio Municipal para cremarlo e iniciar los trámites para su repatriación a España.
- ¿Ustedes se acercan a la familia o son ellos quienes se contactan con ustedes?
“Como programa tenemos algo que se llama ‘Línea de conmoción pública’, entonces en la medida que estos hechos ocurren y se tiene noticia del hecho, nosotros arbitramos las medidas con un equipo especializado, para evaluar cómo se concurre. En el caso específico que usted pregunta, sucedió a través de la Coordinación de Seguridad Regional, que hacemos la vista, el contacto con la familia. Entonces yo el sábado fui contactada por la Coordinación de Seguridad Regional y con la información pertinente, y con la organización del equipo correspondiente, nos hicimos presentes donde la familia se encontraba, para brindar la atención necesaria y además generan coordinaciones con la Fiscalía regional a través de Unidad de Víctimas y Testigos.
- Teniendo en cuenta el desenlace judicial en el caso del fallecimiento de Milton Pérez en un accidente vehicular, cuyo acusado fue condenado a 4 años de libertad vigilada intensiva y al pago de una multa por haberse acreditado que iba bajo la influencia del alcohol, ¿cree que en este atropello fatal al ciudadano español, el imputado, Moisés González Gómez, quien conducía bajo aparente estado de ebriedad y las influencias de las drogas, podría tener un mismo desenlace?
“Hay elementos distintos en los casos, nosotros también estuvimos en la parte querellante en el caso de Milton Pérez, y actualmente existen recursos pendientes en la Corte de Apelaciones, de nulidad y apelación”. Puedo decir que son casos distintos, más allá de que cada uno se juzga en Chile, al final tienen características distintas. Entonces no podría yo aventurar que va correr la misma suerte, nosotros siempre esperamos que se aplique la pena que solicitamos y que se cumplan los fines de las sanciones impuestas. Por su puesto esperamos que en este caso, como también en el de Milton, se aplique la máxima sanción posible que permite nuestra legislación”.
- ¿Ustedes seguirán trabajando con la familia, independientemente que esta se pueda asesorar por vías privadas, abogados, incluso de origen extranjero?
“Bueno eso va depender desde el punto de vista del abogado, la familia, pero nosotros brindamos un apoyo integral, independientemente que exista un programa desde nuestro programa, que sea de otra entidad o de carácter privado, eso es aparte, el programa está para apoyar a las personas víctimas de delitos, y ese apoyo tiene que ver con las necesidades que las personas expresan, y por lo tanto un área no excluye a otra”.
- Considerando ciertos resultados judiciales e indultos ¿la sociedad chilena es permisiva?
“No sé si podría referirme a lo permisiva que es nuestra sociedad, no sé si en mi calidad de abogado podría decirlo, sí creo que requerimos cambios legislativos en materia de este tipo de delitos, especialmente porque de alguna forma privilegiamos, y esto lo digo en términos jurídicos, una conducta que da muerte a otro en estado de ebriedad además, entonces, pareciera que en Chile es menos gravoso que alguien muera a manos de un conductor en estado de ebriedad, que a manos de otra persona. Para la víctima es lo mismo, el dolor de la perdida y la circunstancia en que ocurre es lo mismo. Creo que quien asume la conducción de un vehículo, está asumiendo un riesgo, el problema está cuando yo asumo la conducción de un vehículo cuando consumí alcohol o drogas, estoy generando un riesgo absoluto para el resto de la sociedad”.
- ¿Por qué cree que eso sucede más acá en Magallanes que en otras partes del país?
“Creo que culturalmente aceptamos el manejo de vehículos en el contexto de ingesta de alcohol, y la validamos. Si usted le consulta a alguien que fueron a almorzar, y se fueron en su vehículo, es probable que hayan bebido alcohol. Eso lo normalizamos, se cree que no pasará nada porque uno vive cerca o porque es de día, el alcohol afecta en cualquier horario. El llamado es que uno puede beber, es su responsabilidad, pero no puede conducir. No sé porque cuesta tanto. Si uno entra a Fundación Emilia y ve las cifras, podemos darnos cuenta que los cambios no suceden necesariamente por las modificaciones legislativas, estos generarán mayor sanción, lo cual espero que sucede eventualmente. Pasa que tiene que haber un cambio desde nuestra cultura regional”.
- Acepto lo que dice, todo indica que hay un problema cultural y educativo en Magallanes respecto del consumo de alcohol y posteriormente manejar un vehículo motorizado, pero ¿qué pasa con las penas?, ¿no se aplican bien, son insuficientes?
“Esto lo digo como abogada, yo creo que se merecen algunos cambios y que la vida no vale menos porque un conductor en estado de ebriedad de muerte, lo primero que tenemos que saber es que estos hechos no son accidentes y tenemos que cambiar nuestro vocabulario, dejar de hablarlo como accidente. Estos hechos son delitos, las personas que comenten estos hechos incurre en un delito. Creo que falta un poco la valoración de la vida, si bien la Ley Emilia generó cambios a propósito de la muerte de un bebé, claramente a veces nos quedamos cortos. En ese sentido es importante visibilizar a la víctimas de estos delitos, y ojalá hubiera un cambios legislativo que de alguna forma, hablando en términos jurídicos, privilegie a quienes conducen en estado de ebriedad o bajo los efectos de las drogas”.
La vida no vuelve a ser la misma tanto para quienes generan las heridas, como para quienes las sufren”.