Es común verlas en esta temporada estival, a veces en los muebles, en la ropa e incluso, caminando por el cuerpo, debido a su diminuto tamaño, son casi imperceptibles, si es que no fuera por su llamativo color rojo. Nos referimos a la arañita roja o conocida científicamente como ácaro rojo de terciopelo. Lo cierto es que poco se conoce de este insecto que a más de alguno asusta, pero que según comprobamos, es inofensivo para los humanos.
“Están todo el año, pero en esta época se les ve más en las casas, generalmente se encuentran en la humedad y en el sustrato de las plantas (...) En esta época salen todos los bichos, entonces ellos tienen más comida y por eso se ven más. Generalmente enero, febrero y marzo son los meses que más se les puede ver, en invierno casi no se ven”, explicó Eduardo Faúndez, entomólogo e investigador del Instituto de la Patagonia.
Aunque para algunos es un simple bichito inofensivo, hay personas que creen que por expeler un color rojo al aplastarlas, pueden picar a las personas, pero según Faúndez, esto no es cierto.
“La gente piensa que chupan sangre donde uno los aplasta y sale rojo, en verdad no es sangre, es el propio color de ellos. Ellos lo que hacen en realidad, viven en estas partes, en el suelo, la humedad y se comen a otros bichos, tan chicos como ellos. Lo que sí pasa, es que a veces a algunas personas les puede producir un poquito de alergia, entonces la gente dice ‘me picó’, pero en realidad es alergia”, agregó el doctor en Entomología.
Aunque es un ácaro inofensivo, el experto aconsejó que, en caso de tener plagas dentro de las casas, lo recomendable es fumigar. “Si tiene problemas debería llamar, fumigar y sacar todo”.
Sobre Eduardo Faúndez
Nacido y criado en Punta Arenas, llegó a la entomología nada menos que por su temor a las arañas desde pequeño. Fue este susto el que lo hizo adentrarse al mundo de los insectos y otros artrópodos de interés sanitario.
Ya de estudiante en la Universidad de Magallanes (UMAG), dio sus primeros pasos en la entomología, publicando sus primeros artículos. En 2013 se trasladó a la ciudad de Fargo, Dakota del Norte, para realizar sus estudios doctorales en entomología hasta 2017, volviendo luego a trabajar como entomólogo en la UMAG. Se ha especializado en diversas áreas, pero su mayor énfasis se encuentra en el trabajo con chinches (Heteroptera), de los cuales ha descrito cantidad de especies y géneros nuevos. Otras de sus líneas principales incluyen la entomología médica y la teratología.? En su carrera ha recibido varias distinciones. Además, también realiza labores de divulgación en sitios como Entomology Today.