Como parte de su proyecto educativo intercultural, la Escuela 18 de Septiembre de Punta Arenas ha impulsado dentro de su currículum la asignatura de lengua y cultura indígena, concretamente del pueblo mapuche.
Si bien éste no es un pueblo originario del territorio que hoy corresponde a la Región de Magallanes, muchos magallánicos sí son descendientes de inmigrantes procedentes de la Araucanía, Los Ríos, Osorno, Llanquihue y Chiloé, quienes llegaron a poblar esta zona durante fines del siglo XIX y comienzos del XX, y que pertenecían a distintas parcialidades del pueblo mapuche, especialmente a la huilliche.
Luis Toledo, educador ancestral de la escuela, dice que uno de los juegos que busca revitalizar entre sus estudiantes es el palín o palitún, también conocido como “chueca” (debido a su similitud con un antiguo juego castellano), un deporte originario que consiste en el encuentro de dos equipos contrincantes y sus jugadores deben demostrar agilidad, estrategia, táctica y maniobrabilidad en el manejo del wiño (chueca), con el cual golpean una pelota hecha de cuero o de frutos silvestres, principalmente como ejercicio corporal.
Reconocido oficialmente por el Estado de Chile como deporte nacional en 2006, el palín es un encuentro social que el pueblo mapuche practica desde hace siglos para fortalecer las relaciones políticas, espirituales y culturales entre las comunidades (lof) y sus autoridades (longko). En él se comparte el juego, los alimentos y la conversación.
Es a partir de ahí, que el equipo liderado por Luis Toledo ha creado un texto busca compartir experiencias de aprendizajes en las diferentes áreas del saber y ofrecer una alternativa de consulta pedagógica para la enseñanza del idioma mapudungún.