Ayer, cerca de las 13 horas, personal de Carabineros de la Primera Comisaría de Punta Arenas fue solicitado en una vivienda de calle Ignacio Carrera Pinto, a la altura de Bahía Decepción, debido al hallazgo de una persona fallecida.
Alertado también del hecho, personal del SAMU se dirigió hasta el lugar constatando el deceso de un hombre al interior de una mediagua. Se presume como causa la hipotermia.
El fallecido fue identificado como un antiguo vecino del sector, conocido por las instituciones de voluntariado que lo apoyaban ante su precariedad.
Lamentablemente, el frío sería la principal causa de muerte, lo que deberá ser determinado por el informe de autopsia que se practicará en el Servicio Médico Legal de Punta Arenas.
De igual forma, la Fiscalía solicitó la concurrencia al lugar de un equipo de Labocar de la Prefectura Magallanes de Carabineros, que tras las primeras diligencias pudo establecer que no existiría intervención de terceras personas.
El jefe del Labocar, capitán Alberto Muñoz, indicó que “por requerimiento de la Fiscalía de flagrancia, el equipo especializado concurrió al sector alto de la ciudad debido al hallazgo de una persona fallecida, al interior de un ruco (vivienda precaria), ubicado en un sitio eriazo del sector poniente de la comuna. Se trataba de un adulto mayor, de aproximadamente 70 años, que se encontraba en situación de calle, quien fue encontrado fallecido por su acompañante, con quien compartía el mismo ruco. Por lo tanto, peritos realizaron diversas pericias a fin de desechar la participación de terceras personas, lo cual fue preliminarmente descartado. Sin embargo, se está a la espera de lo que señale el Servicio Médico Legal, quienes deberán determinar las causas precisas del deceso”.
Hoy se deberían entregar los resultados del Servicio Médico Legal, para ver si se corrobora la hipótesis de hipotermia o se atribuye el deceso a alguna patología de base.
Años de ayuda
Durante
mucho tiempo, el fallecido era visitado por entidades que prestan ayuda
a las personas en situación de calle, quienes le llevaban comidas en
los distintos patrullajes. De igual forma, la precaria vivienda donde
habitaba el fallecido fue, muchas veces, presa del fuego, debiendo
acudir bomberos para controlar las emergencias.
La solidaridad de vecinos e instituciones hacía posible poner en pie, una y otra vez, la mediagua que le servía de cobijo.