En el programa “Entre mujeres”, de cada domingo en Pingüino Multimedia, conducido por la psicóloga Rosa Martínez Sánchez, participó una estudiante de cuarto año de la carrera de Nutrición de la Universidad de Magallanes, Fernanda Rodríguez Rivera, quien se describe como una persona alegre, carismática, apasionada por la cocina y los animales.
Fernanda es actualmente la presidenta del Centro de Alumnos de su carrera. Esta joven empezó a cumplir el rol de líder desde pequeña, mediante diversos programas de iglesia, en los cuales participó siendo estudiante del Liceo María Auxiliadora, donde también participó en diferentes cursos de formación de líderes.
La joven universitaria se presentó como una joven realizada, porque logró encontrar plenamente su vocación en la carrera de nutrición, puesto que percibe que en esta profesión confluyen dos de los intereses más importante de su vida: la cocina y los niños.
La carrera de nutrición
Fernanda indicó durante la entrevista, que estudia nutrición debido a que “considero que es una carrera más completa e integral dentro del área de la salud. En nutrición aprendemos desde lo más básico, como son los tiempos de cocción de la comida, hasta lo más complejo, como es la composición de los alimentos. También en la Universidad de Magallanes nos otorgan una formación amplia, donde están incluidas asignaturas como antropología socio-cultural, conocimientos que nos permite comprender el trasfondo cultural de la alimentación del ser humano; psicología en cada una de las etapas del desarrollo humano; bioética, que nos facilita discernir lo que es bueno de lo malo, no solo en nuestro futuro quehacer profesional, sino que en todos los aspectos de nuestra vida; varios niveles de inglés; y computación”.
Asimismo, enfatiza que “algo que me agrada mucho en esta profesión, es que se educa con el fin de prevenir enfermedades. Por otra parte, el rol del nutricionista es multidisciplinario, es una carrera en la cual se trabaja en conjunto con otros profesionales del área de la salud”.
El liderazgo universitario
La joven, quien hoy es una líder entre sus pares, manifiesta que “la base de un líder estudiantil debería ser el autoconocimiento, porque solo una persona que sabe lo que quiere y hacia dónde va, puede guiar a otros. También debe estar empoderado. Es decir, debe haber aprendido a tomar el control de su propia vida, para tomar las decisiones apropiadas que le permita llegar hasta donde se lo ha propuesto. De igual forma, un líder universitario debe ser asertivo al expresar sus ideas en forma clara, directa y honesta. Así estaremos respetando las ideas de los demás de una forma empática. Sustancialmente también debe saber trabajar en equipo en búsqueda del bien común, lo que significa de todos quienes integran la organización, ojalá empleando siempre la estrategia ganar-ganar”.
El liderazgo en su carrera
Esta joven dirigente, quien hoy representa a su carrera en las instancias de diálogo al interior de la Universidad de Magallanes, dio a conocer su rol, indicando que “mi rol actualmente es la de presidenta de la carrera de Nutrición de la Universidad de Magallanes. Desde esta función debo representar a mis compañeros. Además, debo guiarlos. Igualmente debo delegar responsabilidades al interior del centro de estudiantes. También, debo velar por la buena comunicación y el trabajo en equipo. Mi principal misión se podría resumir en: preocuparme del bienestar de los mis compañeros, de su desarrollo personal y como futuros profesionales, colaborando en la creación de un entorno estudiantil saludable y colaborativo”.
Carencia de líderes juveniles
Finalmente, la estudiante no duda en señalar que “hace mucha falta que surjan nuevos líderes juveniles. Para lograr esto es muy importante detectarlos en las etapas más tempranas posible. Luego hay que formarlos. Por lo cual, se deberían instaurar en las diferentes instituciones: talleres, charlas o actividades donde se potencie el liderazgo. En esta formación no solo se deberían desarrollar las diversas habilidades que están asociadas al liderazgo, como comunicación asertiva, trabajo en equipo, resolución de conflictos, planificación, etc. Los líderes juveniles, sobre todo, deben ser formados con principios éticos sólidos, como por ejemplo aquellos que nos enseñan en nuestra carrera. Es decir, beneficencia, no-maleficencia, autonomía y justicia”.