El martes en la tarde se registró el macabro hallazgo de una madre junto a su hija, fallecidas al interior de un domicilio de calle Eusebio Lillo, a pocos metros de calle Floridor González, sector poniente de Punta Arenas.
Se trató de Verónica Rojas y su madre Leticia Hernández, de 43 y 63 años respectivamente, quienes fueron encontradas con un avanzado grado de descomposición, por lo que el tiempo de fallecidas se estima de varias semanas.
Luego de las diligencias que realizaron en el sitio del suceso personal de la Brigada de Homicidios de la PDI y peritos del Laboratorio de Criminalística de la misma institución, los cuerpos fueron trasladados hasta el Servicio Médico Legal de Punta Arenas para las pruebas de ADN y las autopsias respectivas.
En dicho contexto, ayer se entregaron los resultados de las diligencias a la Fiscalía, señalando la fiscal Wendoline Acuña que la causa aún está indeterminada, por lo que continuarán las diligencias que permitan esclarecer qué pasó con ellas.
A las mujeres, en la ciudad solo les sobrevive el hijo de Verónica, quien actualmente y desde hace ya cinco años permanece bajo la custodia y cuidado de su padre, quien hace algunos días conversó con Pingüino Multimedia sobre lo ocurrido, aclarando que la denuncia por presunta desgracia se presentó a mediados de agosto y que la última vez que el menor tuvo contacto con su madre fue en el mes de junio, sin volver a saber nada más sobre su paradero.
Se espera dentro de los próximos días conocer las causas del deceso de ambas mujeres de nacionalidad venezolana, pero que desde hace largos años se encontraban residiendo en Punta Arenas.