La indignación por el maltrato animal en Punta Arenas refleja una preocupación profunda por el bienestar de los animales en la región.
El lunes por la noche conocimos el macabro hallazgo de un cachorro muerto a manos de un despiadado, que confesó a una vecina del sector sur de la capital regional su asesinato. Acto seguido, ciudadanos conscientes protestaron frente a su casa ante el horrendo asesinato de este indefenso animal.
Este tipo de situaciones suelen generar un fuerte rechazo social y movilizaciones de la comunidad, así como demandas de acciones más contundentes por parte de las autoridades.
Al ser formalizado el sujeto, se conoció que el hombre tiene dos causas judiciales por temas sexuales; pero, a pesar de ya contar con antecedentes penales, el juez decidió sólo dejarlo con la medida cautelar de arraigo nacional, indicando con aquello que no representa un peligro para la sociedad. A juicio de la ciudadanía sí lo es y, por lo menos, su acto también lo demuestra así.
Desde hace por lo menos una década, en nuestro país el maltrato animal ya no se normaliza, muy por el contrario, en muchos casos se organizan campañas de concientización y se fomentan iniciativas de adopción y cuidado responsable de mascotas.
También es común que grupos de protección animal trabajen para visibilizar estas problemáticas y exigir leyes más estrictas para prevenir el maltrato.
Es fundamental que la comunidad se una para promover el respeto y la protección de los animales, ya que su bienestar está íntimamente relacionado con la salud y el bienestar de toda la sociedad.
Hoy en nuestro país las penas por el maltrato animal son bajas y van desde los 61 días hasta no más de los 5 años, y quienes cometen estos delitos y son condenados muchas veces cumplen su condena en libertad.
En el Congreso hoy duermen 4 iniciativas que buscan que las penas al maltrato animal aumenten considerablemente, sin embargo, éstas no han avanzado en sus trámites legislativos.
Los magallánicos no quieren más maltrato animal.