Ayer en la tarde, personal de USEP de Gendarmería de Chile, retiró desde la unidad de siquiatría del Hospital Clínico de Magallanes, a la mujer, que hace algunos días, fue enviada a prisión preventiva, luego de ser formalizada por el delito de parricidio, luego de haberle dado muerte a su bebé.
La mujer, que estuvo internada por su condición, luego de que intentara quitarse la vida cuando se encontraba con la ampliación de la detención, fue dada de alta, y ahora, deberá permanecer privada de libertad en la cárcel de la capital regional.
De acuerdo con la Fiscalía, los hechos ocurrieron en horas de la tarde, que estando la imputada en su dormitorio junto a su pequeño hijo procedió a quitarle la vida, “tapándole la boca y nariz, hasta que no respirara, para luego colocar una toalla higiénica y luego, cubriendo su cabeza con una bolsa de nylon que amarró al cuello del bebé. Luego de ello cubrió el cuerpo con una toalla y lo dejó oculto en un canasto de ropa. De ahí en adelante la imputada, al ser consultada por sus primas, entregó diferentes versiones, diciendo en primera instancia que el bebé había sido cremado en el hospital tras haber fallecido por inhalación de gas; la segunda versión, que había fallecido por la suministración de unas gotas; la tercera versión, indicó que lo había entregado en adopción; y la cuarta versión, refirió que se lo había entregado al padre biológico”.
Las dudas llevaron a su prima a denunciar la situación ante la PDI y, tras diligencias realizadas el mismo día, en el inmueble antes señalado fue hallado el cuerpo sin vida del lactante al interior de un canasto de color gris, presentando una data de muerte estimada entre 48 y 72 horas. Como causa de muerte se establece asfixia por sofocación.
De esta manera, los hechos constituyen el delito de parricidio consumado, donde le cabe calidad de autora.