El sello de las elecciones de gobernadores, consejeros regionales, alcaldes y concejales del fin de semana pasado fue, en cuanto a la ejecución de éstos, que una parte importante de los vocales de mesa eran jóvenes que quizás no prestaron tanta atención a las inducciones previas que les hicieron desde el Servicio Electoral. La consecuencia fue una demora en el conteo de las papeletas que hicieron que Salvador Harambour, candidato a consejero regional independiente por cupo de Renovación Nacional, se fuera a acostar antes de saber los resultados. Pero hasta ese momento de la noche, más o menos en los alrededores de ésta, veía en la web de Emol que con esos resultados él entraba en el Consejo Regional.
A la mañana siguiente, había sido destronado por el exdirector del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis), Nano Soto, militante de la colectividad que acogió al empresario. En el universo de votaciones, el fallo indicó: 1.267 de Soto versus 1.743 de Harambour.
La justificación estaría en el sistema D’Hont, que prioriza a los colectivos por sobre los nombres individuales. Aunque el presidente regional de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) no era parte de un subpacto, sino de la lista misma. Por lo mismo, cuando se le consulta por la situación, dice con prisa: “Hay que ver cómo se define eso. Entiendo que todavía no está 100% aclarado”.
Los más de mil 500 votos para un consejero son importantes, satisfactorios para él, “un honor recibir un volumen importante. Agradezco desde ya a quienes confiaron en que puedo hacer alguna buena labor en el Consejo. Eso genera un compromiso importante y también el compromiso de, por respeto a la gente que votó por mí, de asumir esta situación que se ha dado. Es importante aclararlo”.
A la luz de los datos, los números, las cifras, asegura Harambour que “hay, aparentemente, una mala interpretación del Servel, en el sentido que los independientes iríamos en un subpacto y, en ese sentido, es correcto que quien obtenga mayor votación dentro de las listas, la gente del partido tiene preponderancia que los independientes cuando se va en un subpacto. Pero esa no es la situación: en este caso, no hay un subpacto. Íbamos todos en una misma lista. De hecho, es más, si ves en el mismo Servel, hay otras listas que sí llevan subpacto y están explícitas en las listas del Servel. En el caso de la lista es una sola. Quiero creer que es una mala interpretación y que se va a arreglar”.
La condición misma de los consejeros regionales, su razón de existencia (para interpretarlo de una forma), preferiría él que fuera sin pacto ni lista, “porque en la práctica uno vota por la persona, no por el partido”. En ese sentido, en el caso de Renovación Nacional e independientes, era una sola lista, sin subpactos. Y va más allá: “Si hubiera (ese esquema), no me habría presentado en un subpacto para ir como independiente. El hecho concreto es que no hay. Lo que está ocurriendo es un error de interpretación que, entiendo, según me ha dicho otra gente, no ha ocurrido solo acá, sino también en otras regiones”.
Y más todavía, pues si aceptó participar de la elección por RN, fue porque iría en la lista, no en un subpacto.
¿Cuáles son, entonces, los pasos a seguir? “¿Qué voy a hacer yo? No tengo idea. Entiendo que la misma RN va a hacer una presentación para aclarar esta situación. También soy muy claro: no tengo ningún interés en entrar en una chimuchina de votos más, votos menos. Me parece que es muy importante defender esta posición, básicamente por respeto a la gente que votó por mí. No sé lo que hay que hacer. Me han dado un montón de consejos, pero entiendo poco y nada el sistema electoral para poder ponderar lo que conviene o no hacer. Confío que Renovación Nacional, que tuvo la gentileza de invitarme a participar en esta lista, se ocupará en aclarar esta situación”, enfatizó el líder gremial.
Rodolfo Guajardo será quien tendrá la decisión: si optar por el militante reconocido por el Servel como consejero regional, o el independiente que prefirieron los votantes de Magallanes.