Pareciera que las fiestas clandestinas en Punta Arenas son una constante, con autoridades que poco y nada hacen, o no pueden hacer, para poner atajo a algo conocido por todos.
Lugares utilizados sin autorización, eventos fuera del horario permitido por ley, llamados de vecinos a los cuales no se concurre son parte de este escenario que se instala principalmente los fines de semanas en Punta Arenas, sumado a incivilidades como las llamadas carreras clandestinas. Y lo que viene después siempre es lo mismo: propuestas que nunca se concretan, compromisos de poner un alto y palabras que ya parecen recurrentes por parte de autoridades. Eso poco y nada ayuda.
Los antecedentes están a la vista. la ciudadanía lo sufre y lo sabe.
Este fin de semana un nuevo episodio grave se registró en la capital magallánica. Esta vez, se trató de una fiesta clandestina que dejó como consecuencia un joven grave.
Fue el viernes cuando un encuentro -anunciado días antes a través de redes sociales- se desarrolló en un quincho situado cercano a la Ruta 9 Norte, incluso a pocos metros de donde se ubica la Subcomisaria de Carabineros de Río Seco.
En algún momento el encuentro despertó el malestar de vecinos. Los ruidos molestos fueron antesala del escándalo que se produciría minutos después, luego que algunos de los asistentes salieran a la parte exterior del recinto para verse involucrados en una verdadera batalla campal.
Los hechos indicaron que un grupo de jóvenes que se encontraban celebrando su egreso de cuarto medio tuvieron un intercambio con otro grupo de jóvenes, produciéndose un violento altercado que terminó fuera del recinto. Estos últimos, premunidos de elementos contundentes y hasta de un machete atacaron de forma violenta, dejando lesionados y un herido grave. La víctima de 17 años debió ser trasladada al Hospital Clínico, donde quedó internado.
Como corolario de este hecho, Carabineros señaló que no hubo denuncia.