Este martes recaló el crucero internacional Viking Jupiter, de la compañía Viking Ocean Cruises, en el muelle Arturo Prat de Punta Arenas.
Proveniente de Ushuaia (Argentina), la nave realiza un recorrido por Sudamérica que incluye Buenos Aires, Montevideo y Puerto Madryn, con destino final Valparaíso.
Fue construido en 2019 por el astillero italiano Fincantieri. Está registrado bajo el pabellón de Noruega y posee el espacio para recibir a 930 pasajeros, quienes visitaron algunos atractivos de la Región de Magallanes durante su estadía.
En tanto, en Puerto Williams también se registró la primera recalada de Silversea, instancia en la que autoridades dieron inicio a la temporada de cruceros antárticos 2024-2025.
Fue así que, por tercer año consecutivo, la empresa de naves de ultra lujo que ofrece navegaciones turísticas al continente blanco, escogió a la ciudad de Isla Navarino como su puerto base.
Mientras están programadas 27 recaladas por parte de esta compañía, se espera que aumente entre un 10 y 15 por ciento la cantidad total de estas maniobras en la capital provincial, en comparación al período anterior, algo que fue destacado por la delegada de la Provincia Antártica, Constanza Calisto Gallardo.
El capitán de Puerto de Puerto Williams, teniente primero Felipe Pérez Cruz, manifestó su satisfacción por el comienzo oficial de la temporada. En tanto, Adolfo Patiño, gerente de operaciones de la agencia naviera Shackleton’s Way, la cual trabaja con Silversea, explicó “que dicha empresa tiene programada 27 recaladas en la capital provincial, siendo la última aproximadamente el próximo 20 de marzo”.
En el inicio de la temporada estival de cruceros, se mencionó la importancia que significa esta actividad para Puerto Williams, al considerarse la puerta de entrada a la Antártica más cercana a nivel mundial. Se destacó, además, el trabajo de la Armada, PDI, Seremi de Salud y SAG, en la circulación económica de la zona en áreas como la agricultura, la artesanía, el comercio y servicios de pequeños, medianos y grandes empresarios a través de estas recaladas, donde tanto pasajeros como tripulantes, según disponga el programa logístico, descienden de los cruceros para visitar la ciudad más austral del mundo.