Tras tomar conocimiento de la agresión que sufrió un alumno del Colegio Alemán de Punta Arenas por parte de otro estudiante del mismo establecimiento, la Superintendencia de Educación (Supereduc) ingresó una denuncia de oficio para investigar este hecho y revisar si se aplicaron los protocolos correspondientes.
Desde la institución fiscalizadora indican que de confirmarse incumplimientos en la normativa educacional se procederá a realizar una fiscalización.
En ese sentido, en caso que sean detectadas algunas infracciones en esa etapa, abrirán un proceso administrativo sancionatorio al establecimiento, que podría derivar en amonestaciones, multas u otras sanciones que contempla la ley.
“Los hechos de violencia no pueden tener cabida en los espacios educativos, ya que vulneran derechos esenciales de las y los estudiantes, como el derecho a que se respete su integridad física y psicológica, y a estudiar en un ambiente de aceptación y respeto”, señaló Mónica Miranda, directora regional de la Supereduc.
Desde la Superintendencia señalan que los establecimientos educacionales tienen el deber de implementar medidas preventivas para evitar que se produzcan estas situaciones.
Y, en caso de que ocurran, deben activar de inmediato los protocolos correspondientes, los cuales deben estar en su reglamento interno e incluir contenidos mínimos: como el procedimiento que se seguirá ante estos casos, los plazos de investigación y resolución, y las medidas de protección y resguardo que se brindarán a las y los afectados, entre otras disposiciones.