En medio de la ansiedad y nerviosismo por conocer sus resultados de la PAES, el pasado lunes fue un día normal para Jadi Rodríguez Silva, quien despertó antes de las ocho de la mañana y en compañía de su madre, Marcela Paz, revisó todos los puntajes hasta que se percató que en Matemática 1 (prueba obligatoria) obtuvo la máxima calificación.
Así los 1.000 puntos son una realidad para el joven que debió trasladarse desde Cerro Sombrero a Punta Arenas para continuar su escolaridad en el Liceo Bicentenario Luis Alberto Barrera y pronto cumplir su deseo de llegar a la educación superior e ingresar a la carrera de Arquitectura en la UMAG.
Con lo aprendido en el liceo
Cuenta que se preparó con lo aprendido en el establecimiento de educación pública y algunas clases particulares. Por lo tanto, recuerda que todo el contenido le fue familiar.
“Creo que depende de cada uno cómo aplique lo que va aprendiendo en clases, y también es apoyo de los profesores”, señaló el joven recordando el aporte de los docentes Jorge Sánchez y Carla Freire.
De igual manera, mencionó que cada uno de ellos les motivaba para enfrentar la prueba y les orientaba para este ciclo de exámenes: “Nos hacían saber que teníamos potencial y también nos orientaban un poco cómo es la PAES. Qué hacer cuando no te sabías una respuesta, por ejemplo, o nos compartían sus experiencias con estudiantes anteriores”.
En las últimas horas ha recibido múltiples felicitaciones, partiendo por sus familiares y amistades, también por la Municipalidad de Primavera que lo destacó a través de sus redes sociales. Misma situación hizo el liceo que reconoció su mérito y el de otros cinco exestudiantes que obtuvieron destacados puntajes en Matemática: Sebastián Quezada 938 (4°C), Daniel Rojas 915 (4°D), Amanda Toledo 856 (4°B), Diego Zapata 805 (4°C) y Belén Toro 805 (4°D).
Su traslado a Punta Arenas
Jadi comentó que estudió su enseñanza básica en la escuela pública rural de Cerro Sombrero.
Recuerda que primer año medio lo hizo online y luego debió radicarse en la capital magallánica para continuar con su enseñanza media y así, recibir apoyo y contención de la familia que lo acogió en Punta Arenas y también de su comunidad educativa.
“Fue menos abrupto de lo que dicen otras personas, porque cómo cayó justo en pandemia había mucho más apoyo, mucho menos movimiento”, recordó.