Antes de atacarlo, José Barría le dijo: “¡Por qué me chaste a los pacos!”.
Pasó que el domingo en la mañana, Daniel Águila llegó hasta la casa que comparte con Barría, en calle Lota, sector oriente de Punta Arenas, y vio que la fiesta se le había alargado hasta más allá del amanecer. Ese no habría sido el problema, quizás, si no fuese porque Daniel sabía que José se ponía particularmente violento con alcohol.
Con ese antecedente fue que llamó a Carabineros de Chile, al 133, y pidió ayuda para que lo sacaran. Los uniformados no pudieron hacer nada: hasta ese punto, era uno de los dueños de casa pasándolo extendídamente bien en la comodidad de su hogar.
Fue entonces que José dijo lo que dijo, y luego vino lo peor: Águila se sentó en el sillón, Barría tomó un cuchillo y sin escatimar en el invitado que lo secundaba, se abalanzó sobre su compañero de casa.
La víctima corrió por calle Lota, hasta la altura del 1.200. En ese punto fue encontrado con dos heridas visibles: una en el pecho y otra en la rodilla, ambas propinadas con un elemento cortante. Podría haber sido peor, porque Barría lo siguió durante un tramo, en la calle, hasta que alguien alertó de algo que parecía una riña.
Ayer pasó a control por lesiones graves, pero su detención se amplió hasta el miércoles en función del avance de las heridas de Águila.