El investigador argentino Stuart “Chacho” Blacke insistió en sus advertencias por el peligro que representa la sobrepoblación de guanacos en la Patagonia.
Blacke, de profesión biólogo y radicado en Inglaterra, ha librado una dura lucha para convencer a la comunidad científica y a las autoridades acerca de la gravedad de esta situación. “Estamos en una situación desastrosa, francamente. El guanaco es un problema que se ha estado abordando desde un punto de vista de producción en la competencia por el forraje. Soy biólogo cuantitativo y veo que es una especie donde se ha perdido el control, los límites al crecimiento poblacional han desaparecido y hay un crecimiento exponencial que se nos ha disparado. Lo que ocurrirá, si nada cambia, los números del guanaco seguirán subiendo, las ovejas se van a ir, porque no va a haber más pasto; el pasto y la tierra se van a ir, porque estamos en un lugar árido y ventoso y después se van a morir todos los guanacos, pero no va a haber más tierra ni pasto en esta era geológica”.
Magallanes
Blacke hizo sus apreciaciones a partir de la realidad que observa en la provincia argentina de Santa Cruz, pero también se mostró preocupado por lo que pudiera estar ocurriendo en la Región de Magallanes, donde sin embargo, se está dando algunos pasos para un mayor control de la especie por parte de las autoridades en un trabajo conjunto con Asogama.
Sobre Magallanes, Blacke afirmó: “Debido a la dispersion difusiva, (los guanacos) se van a seguir multiplicando, exponencializando más bien, afirmó, en Santa Cruz y el flujo hacia Magallanes por todo el sector de Cerro Guido hasta Cabo Vírgenes va a ser mayor y mayor. Yo que ustedes, dijo en relación a las autoridades chilenas, pondría un alambrado olímpico sobre el límite, aunque eso va a tener repercusiones enormes: entre otros, se van a ir apilando los guanacos en Monte Aymond y Cañadón Grande”.
Descontrol
Aunque el guanaco es una especie originaria, el biólogo sostuvo que otros países han tomado medidas efectivas para enfrentar el descontrol poblacional de algunas de sus especies autóctonas, como el canguro en Australia o el alce en Canadá, algo que no se ha hecho en Argentina, afirmó.