En Bahía Chile, en el Territorio Chileno Antártico, superando las temperaturas estivales del océano Austral, se realizó la ceremonia en conmemoración del 78 aniversario de la Base Naval Antártica “Arturo Prat”, primer asentamiento permanente chileno en el continente blanco.
La ceremonia fue presidida por el capitán de fragata Jaime García Hulaud, comandante del ATF-60 “Lientur”, unidad recalada en la bahía, contando con la presencia del comandante de la Base Aérea Antártica “Presidente Eduardo Frei Montalva”, del gobernador marítimo de la Antártica Chilena; de comandante de la Estación Científica Ecuatoriana “Pedro Vicente Maldonado”; y miembros de la brigada de reparaciones y la dotación de la histórica base naval.
En la ocasión el capitán de corbeta Alfredo Carrasco, comandante de la Base Naval Antártica “Arturo Prat”, destacó parte de la historia de la base, sus responsabilidades y los desafíos proyectados.
Historia
La base fue inaugurada el 6 de febrero de 1947, en el marco de la primera Expedición Antártica Chilena”, ocasión donde el comodoro Federico Guesalaga Toro presidió aquella importante ceremonia, marcando un hito fundamental en nuestra historia. Su primer comandante al mando fue el teniente primero Boris Kopaitic. Un año después, con la presencia del Presidente Gabriel González Videla, fue denominada Base Naval Antártica “Arturo Prat” (febrero de 1948), en reconocimiento al máximo héroe naval del país.
Aquella primera dotación estuvo compuesta por seis marinos, quienes durante un año realizaron diferentes tareas de registro de datos meteorológicos, estudios geográficos y glaciológicos, además de enfrentar las extremas condiciones del continente blanco durante un aislamiento efectivo no exento de dificultades, de cuya experiencia se elaboraron distintas lecciones para las futuras expediciones al Territorio Chileno Antártico.
El comandante Carrasco señaló que, “ciertamente, las capacidades actuales que se encuentran disponibles en esta base naval, difieren considerablemente de las existentes en sus primeros años de funcionamiento, por tanto, los avances en infraestructura, equipamiento, tecnologías de información y comunicación, permiten hoy a esta dotación desarrollar un sinnúmero de actividades, destacando entre otras el control del tráfico marítimo, observaciones meteorológicas y glaciologicas, la salvaguarda de la vida humana en el mar, protección del medio ambiente y el apoyo logístico permanente que se entrega al Instituto Antártico Chileno en el desarrollo de la investigación científica, posicionando a Chile en un lugar de preponderancia dentro de los países que operan en estas remotas tierras. Estas labores, sin duda, permitirán a las futuras generaciones contar con un factor más de crecimiento y de representatividad en el ámbito de las naciones”.
Agregó que “hoy, después de 78 años desde aquel día que con gran valor y decisión, valientes marinos adquirieron el fiel compromiso con la institución y nuestra Patria, de formar parte de la primera dotación de esta base naval, acción que los llevó a convertirse en los pioneros chilenos en habitar, en forma permanente este territorio, sellando a perpetuidad la presencia de nuestro país y nuestra Marina. Al igual que ellos, hoy cada uno de nosotros tenemos el honor de custodiar y hacer presencia efectiva de Chile en este prístino continente”.