Una realidad invisibilizada pasa por delante de nuestros ojos en Magallanes. Casi sin percibirlo y sin hacerse notar, la Residencia del Hogar de Cristo en Punta Arenas, que brinda abrigo y refugio a personas en situación de calle y adultos mayores, llegó a su máxima capacidad con un total de 40 usuarios.
Esta cifra se debe traducir cada día en desayunos, almuerzos y cenas. Es precisamente, en esta época donde las temperaturas ya oscilan los grados bajo, por lo que la labor que brinda este lugar ubicado en Avenida España, entre las calles Fagnano y Juez Waldo Seguel, es fundamental. Y lo es gracias al compromiso de todo un equipo de profesionales que aporta con su cuidado a este grupo de personas.
“Esto se llena a full todos los días del año. Estamos con la capacidad completa. Incluso estamos pensando en cómo hacemos para crecer, para ir con más prestaciones a las personas, porque siempre lo están requiriendo”, narró Álvaro Rondón, jefe social del Hogar de Cristo Magallanes.
El compromiso es innato, “todo lo que hacemos lo hacemos de cara a la comunidad” agrega Rondón, sosteniendo que todos los servicios que le brindan a los usuarios es gracias a las donaciones que realizan sus socios y voluntarios, ayudando o colaborando con lo que tenga disponible y que pueda ir en beneficio de las personas. En esta época de invierno, alimentación, ropa, de abrigo, son cosas siempre importantes y que se requieren para ir a ayudar a las personas.
Donación del consulado de Argentina
Ayer recibieron una importante visita, la del cónsul argentino Germán Domínguez, quien concurrió para hacer entrega de una serie de elementos de higiene y comida. Sin duda, que esta ayuda fue recibida con los brazos abiertos. “Este es un gesto concreto en que se canaliza un espacio de solidaridad a través nuestro, porque este tipo de iniciativas van en directo apoyo de las personas que hoy día se encuentran en la calle, que no tienen donde dormir, personas mayores que están en las peores condiciones”, agregó Rondón.
En la semana de mayo, la más importante para los argentinos, la entrega de esta ayuda se ha convertido en una tradición. “Esta es la posibilidad de hacer una pequeña ayuda a la gente que en Punta Arenas está en situación de calle, especialmente en un clima tan adverso como éste. Nosotros también tenemos argentinos que vienen acá y pasan y tienen su alimento, también necesidad hasta de ropa también, así que en ese sentido quisimos hacer una pequeña donación”, sostuvo el cónsul Domínguez.