Tras cuatro años como cónsul de Argentina en la Región de Magallanes y Antártica Chilena, Germán Domínguez fue llamado a jubilación y se despidió hace unas horas del gobernador regional, Jorge Flies.
Abogado de la Universidad de Buenos Aires, Domínguez ha hecho de la diplomacia una carrera: a su haber hay pasadas de larga estadía por Canadá y Ucrania, además de labores a nivel central de la cartera que integra, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina.
“Me llevo la mejor de las impresiones de la región. La he disfrutado tanto en lo profesional, como en lo personal. He hecho muchos amigos que van a permanecer y definitivamente voy a volver. Soy un enamorado de la Patagonia”, fueron las primeras palabras del excónsul en el edificio del Gobierno Regional ubicado en la Plaza de Armas de Punta Arenas.
“En un mundo como el actual, con dos países con la tercera frontera más extensa del planeta y que nunca han entrado en guerra, es algo que tenemos que tomarlo como ejemplo y fomentarlo. Esa es la tarea de los diplomáticos: los cónsules acá (de Argentina) son de carrera, necesariamente trabajan por la paz”, cerró.
El gobernador Flies destacó del cónsul su “carrera diplomática de excelencia”. En ese sentido, valoró la amplia trayectoria del funcionario trasandino, lo que “permitió tener esa experiencia a disposición de las relaciones de esta región con la República Argentina. En Magallanes, esta relación es trascendental: no sólo nos separa una cordillera, sino que tenemos continuidad geográfica; hay familias entrelazadas en la Patagonia chileno-argentina; y la dinámica, tanto en conectividad, como cultural y deportiva, es amplia y conocida. A eso se suman elementos de cooperación mutua, como las situaciones de emergencia en salud. En eso, el embajador Domínguez ha sido una persona tremendamente destacada, con una dinámica del punto de vista de sus características, que son excepcionales, especialmente en su prudencia y en su amistad con toda la red magallánica”.