En la Costanera del Estrecho de Punta Arenas, a la altura de Villa El Golf, se desarrolló este lunes una actividad interinstitucional para conmemorar el séptimo aniversario de la entrada en vigencia de la Ley 21.495, que redujo el límite de velocidad en zonas urbanas de 60 a 50 kilómetros por hora.
La instancia buscó reforzar el compromiso público con la seguridad vial y hacer un llamado concreto a la ciudadanía a respetar las normas de tránsito, especialmente en lo relativo a la velocidad, un factor presente en la mayoría de los accidentes fatales.
Desde el ámbito del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, el seremi Alejandro Goich subrayó que la actividad apunta a cambiar hábitos de conducción que ponen en riesgo la vida de conductores, pasajeros y peatones.
“La gran cantidad de siniestros viales que enfrentamos tiene como componente transversal el exceso de velocidad. Hacemos un llamado a respetar la normativa vigente para evitar accidentes que lamentamos a diario”, expresó.
Estadísticas preocupantes
El jefe regional de la SIAT de Carabineros, capitán Iván Barrientos, entregó cifras preocupantes: 485 accidentes de tránsito en la región durante el año, con un saldo de 7 personas fallecidas. Explicó que un vehículo que circula a 50 km/h avanza 13,8 metros por segundo, una distancia que puede ser determinante al momento de frenar.
“La velocidad es un factor preponderante. De ella se desprende la energía cinética que, en caso de siniestro, se transfiere al cuerpo humano, generando lesiones graves o fatales”, afirmó el oficial.
A su vez el director de Tránsito y Transporte del municipio de Punta Arenas, Marcel Bermúdez, sostuvo que una gran parte de las solicitudes ciudadanas tienen relación con el exceso de velocidad y la percepción de inseguridad vial.
“Cuando analizamos la siniestralidad en la comuna, vemos que entre el 95 y 96% de los accidentes se producen por conducta vial y, dentro de eso, el exceso de velocidad es recurrente”, indicó.
Agregó que muchas veces se exigen soluciones físicas como resaltos, pero insistió en que “la responsabilidad primaria está en las personas”.
Los aportes técnicos del Servicio Médico Legal y del SAMU permitieron dimensionar el costo humano detrás de cada siniestro. El director regional del SML, Dr. René Castro, fue claro: “Ya llevamos 7 fallecidos por accidentes de tránsito en lo que va del año. Si bien la cifra es menor a la del año pasado, aún queda mucho por delante. Respetar los límites puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte”.
Datos que salvan vidas
El director del SAMU Magallanes, Dr. Alejandro Santander, explicó la relación directa entre velocidad e impacto, y lo que eso implica en términos de letalidad.
“A 30 km/h, la probabilidad de que un atropello sea fatal es de un 10%. Pero al aumentar la velocidad a 50 km/h, esta probabilidad se eleva al 80%. Son sólo 20 km de diferencia. Lo hemos visto: no sólo la persona atropellada sufre, también el conductor queda marcado de por vida”, advirtió.
La actividad concluyó con un llamado unánime a la conducción consciente. Aunque la reducción del límite urbano a 50 km/h es una norma vigente desde 2018, su cumplimiento sigue siendo un desafío.
Las autoridades coincidieron en que no basta con controles o señalética; se requiere un cambio cultural que ponga la vida y la seguridad por delante de la velocidad.