Entre abrazos, recuerdos y un dejo de nostalgia, se está llevando adelante en Punta Arenas un proceso que, aunque difícil, está marcado por la esperanza: Senama de Magallanes continúa el traslado de adultos mayores de la Casa del Samaritano hacia la residencia Eleam Cristina Calderón.
Este cambio surge tras la notificación oficial de cierre de la Casa del Samaritano, programado para el 13 de septiembre, lo que obliga a buscar con urgencia nuevos espacios donde resguardar la vida y la dignidad de quienes han pasado años en este hogar.
“Hoy hemos trasladado a cuatro personas mayores, acompañados de sus familiares, del equipo de salud y del personal de las instituciones. Ya son ocho los adultos mayores que se han reubicado en el Eleam Cristina Calderón”, relató Nicolás Soto, encargado de Senama Magallanes, con la serenidad de quien sabe que cada gesto hace la diferencia.
“Para nosotros lo más importante es el cuidado y la compañía. Ellos merecen sentirse seguros y queridos en esta etapa de sus vidas”, expresó Nicolás, reafirmando que el trabajo conjunto con el equipo de la Casa del Samaritano y el apoyo regional se centra en las personas, no en los trámites.
Actualmente, cerca de 15 a 16 residentes continúan en la casa de calle Balmaceda. Uno de ellos ya está iniciando una nueva etapa en su vivienda particular, demostrando que cada caso se aborda con sensibilidad y respeto. “Seguiremos gestionando todas las posibilidades, siempre con el compromiso de garantizar que ningún adulto mayor quede sin los cuidados que requiere”, enfatizó Soto.
Este proceso, aunque doloroso por los cambios y las despedidas, también ha sido un recordatorio del profundo valor de la solidaridad. No se trata sólo de un cambio de residencia: es la construcción de una nueva oportunidad para vivir la vejez con dignidad, acompañamiento y afecto.