El cielo de Magallanes ofreció un espectáculo único la madrugada del 11 de noviembre, cuando una intensa tormenta solar provocó el despliegue de auroras australes visibles desde Punta Arenas y zonas cercanas.
El horizonte se pintó con tonos rosados, violetas y verdes, producto de la llamarada solar X5.1, considerada una de las más fuertes registradas este año.
De acuerdo con la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), la eyección de masa coronal viajó a gran velocidad hasta la Tierra, generando el fenómeno sin causar daños relevantes. Si bien se emitieron alertas preventivas por posibles interferencias en comunicaciones y energía, los expertos anticipan que la actividad solar podría mantenerse activa hasta el 13 de noviembre.