
Anoche, a las 21.55 horas, fue rescatado Luis Urzúa, el jefe de turno y el último de los trabajadores del mediático yacimiento -situado en la Región de Atacama- que inmortalizó al 13 de octubre en la historia como el día en que se efectuó la exitosa Operación San Lorenzo.
Al cierre de esta edición,en el fondo de la mina sólo quedaban los seis rescatistas: el primero en asistirlos en las profundidades (Manuel González de Codelco) y otros cinco pertenecientes a las Fuerzas Armadas y de Orden.
El plan perfecto
Desde el primer minero rescatado, la madrugada de ayer a la 0.12 hora, el Campamento Esperanza -situado a 30 minutos de Copiapó- estuvo bajo la atenta mirada de los ojos de Chile y el mundo entero.
Uno a uno, fueron saliendo de las entrañas del yacimiento, en un proceso que paulatinamente se iba acelerando, y que permitió, al cierre de esta edición, terminar con el rescate.
En total, la “Operación San Lorenzo” demoró 23 horas, y cada minero rescatado fue trasladado con escolta policial hasta el Hospital de Copiapó, donde se evaluó su estado de salud.
La astucia del Gobierno
Fue un incesante trabajo, donde ni siquiera el Presidente Sebastián Piñera ni las principales autoridades ministeriales involucradas en la operación quisieron estar ausentes.
De hecho, el Mandatario, además de recibir al último minero y desatar la algarabía nacional, recordó a todos los chilenos que la operación fue un éxito “gracias a la ayuda de Dios”, en alusión al momento cuando los encontraron el 22 de agosto, 17 días después del desastre.
Piñera agradeció al ministro de Minería, Laurence Golborne, por su eficacia y preocupación frente al tema, como también al titular de Salud, Jaime Mañalich, por su gestión en la operación desde la fase de perforaciones.
“En este rescate hubo mucho ingenio y compromiso”, consignó Piñera a Canal 13 en su primera entrevista tras el rescate del último minero, haciéndole una “finta” a la pregunta sobre el costo de la operación -que fluctúa entre los 15 y los 20 millones de dólares.
Por su parte, Golborne se mostró muy emocionado y feliz por la misión cumplida.
Tras su cercanía con las familias, y el cariño que recibió de todos, el nuevo “Súper Ministro”, se ganó el derecho de ser el segundo que abrazó el Presidente.
La alegría de los familiares
Como iniciativa del Gobierno, el familiar más cercano de cada minero podía acceder a la plataforma donde llegaban para ser la primera persona en abrazar al rescatado.
María Segovia, más conocida como “la alcaldesa” del campamento Esperanza y hermana de Darío Segovia, aseguró que tras la salida de su hermano desde la mina, lo que se vive es el “final del infierno”.
Por su parte, Johnny Barrios, conocido como “el minero con dos mujeres”, abrazó a su pareja Susana Valenzuela, quien se puso a llorar sin control.
Asimismo, tras ser rescatado, Samuel Ávalos saludó al alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, que estaba cerca del pozo para presenciar el rescate del oriundo de la Sexta Región, y besó y abrazó a su mujer.