El Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) endureció ayer su postura frente a este proceso de notificaciones, que comenzó el martes en el marco del Plan de Egresos 2010, que la empresa impuso para revertir la mala situación financiera por la que se encuentra atravesando la estatal, y que ya ha dejado en sólo dos días alrededor de 160 trabajadores desvinculados de sus labores, los que sumados a quienes se acogieron a la salida voluntaria realizada la semana pasada, da como resultado 210 funcionarios desvinculados definitivamente de la empresa.
Ante este escenario, ayer la directiva del gremio, encabezada por Alejandro Avendaño, denunció que la forma en que se ha llevado a cabo el despido de sus asociados ha sido “macabra”, manifestando el rechazo rotundo a este trato que considera “ha pasado a llevar su dignidad y, a parte de haberlos tenido tensionado tres meses, en una total incertidumbre, hoy día la empresa no se ha demorado más de tres minutos para notificarlos”.
En ese sentido, la directiva en conjunto, acusó un aprovechamiento de parte de los ejecutivos de la compañía, al expresar que “se han avalado de este gobierno para llevar este proceso adelante de la forma en que lo están haciendo”, dijo Avendaño, refiriéndose a la tercerización, que como coinciden “hoy día derechamente se han saltado de la primera a la tercera fase, aquí han abusado con el tema del segundo o tercer proceso porque para nosotros como directiva este proceso ya partió en esta etapa”.
Con bastante preocupación también anunciaron que cerca de un 25% de la plana laboral de la compañía a nivel regional ya no existía, puesto que durante los últimos días se han desmantelado servicios completos como es el caso de Barcaza Yagana, donde se despidieron a todos quienes operaban en ese sector. Es por ello que el dirigente ante este hecho comentó: “Nos deja realmente preocupados, porque no sabemos hacia dónde quiere avanzar esta empresa, puesto que hoy día vemos que el proceso no se llevó adelante como se había acordado”.
Por esta y otras razones, fue la vicepresidenta de la mesa directiva, Erika Hidalgo quien anunció los próximos pasos a seguir. “Nuestra actitud como dirigentes sindicales va a cambiar. Se lo dijimos así al gerente (Roberto) McLeod, cualquier denuncia que tengamos de los trabajadores no se la vamos a hacer llegar a la empresa, sino que la vamos a hacer pública”, añadiendo que actualmente se encuentran estudiando la posibilidad de entablar una demanda en contra de la empresa, siendo asesorados por un servicio jurídico que se encargará de las eventuales acciones legales que se pudieran llegar a efectuar.