
En este último lugar son los mismos locatarios los que desmienten la situación, ya que señalan que cuentan con todos los permisos necesarios para realizar el comercio callejero, y que el espacio es tan limitado en la vereda que se hace imposible que vendedores “ilegales” puedan instalarse en el sector. Patricia, quien se dedica a la venta de ropa en esta feria hace más de siete años dice: “Nos conocemos entre todos los vendedores y nunca ha habido problemas con personas extrañas”. En tanto, Nora, con más de diez años en el lugar indica que “es tan limitado el espacio que existe, que aunque quisieran nadie podría instalarse”.
Los transeúntes, por su parte, dicen que es tal la cantidad de puestos instalados, que se hace difícil transitar y temen que puedan producirse “lanzazos”. Al respecto, el Coronel Miguel Ángel San Martín, prefecto de Punta Arenas dijo que carabineros ha intensificado sus rondas en los sectores de mayor circulación de público y realiza constantes fiscalizaciones a los vendedores callejeros, verificando, así, que todos se encuentren trabajando conforme a la ley y, de esta forma, evitar que ocurran hechos ilícitos.