El Rotary Club Punta Arenas es una institución que en silencio trabaja en la ciudad desde 1927, cuando se efectuó la primera reunión. La fundación rotaria es un organización internacional cuyo principal ideal es lograr la comprensión mundial y la paz a través de la implementación local, nacional e internacional de programas humanitarios, educativos y culturales.
El grupo de rotarios a nivel local está compuesto por 28 socios que por medio de gestiones personales y esfuerzos mancomunidos han logrado concretar importantes proyectos que han ido en directa ayuda de la comunidad magallánica.
Si nos remontamos hasta el año 2008 el rotary reunió 16 monitores para la formación de la Unidad Cardiológica del hospital regional.
En el año 2009 también se gestiono la donación de una ambulancia que había participado en el rescate de las caída de las torres gemelas, la cual fue entregada al SAMU.
Así nos comenta Juan Barria Yutronic, quien es rotario desde hace mas de 20 años y quien también fue presidente del club “Punta Arenas”.
Este el recién finalizado 2010 grupo humano llevo a cabo uno de los mas importantes proyectos que han marcado esta historia de solidaridad. Con la adquisición de 280 sillas de ruedas que se les han entregado paulatinamente a personas que se han visto en la necesidad de usar uno de estos implementos médicos. Hasta el momento, el proyecto ha entregado mas de 70 sillas en nuestra región, 40 de ellas fueron entregadas en Punta Arenas y otras 22 fueron derivadas a la ciudad de Puerto Natales.
En nuestra ciudad, estos implementos han sido entregadas a instituciones como lo son el Club de Leones para ser utilizadas en el centro de rehabilitación Crus del Sur. También ha sido la Corporación Municipal, con su programa de pacientes postrados otra beneficiada por este proyecto.
Personas particulares también han sentido el real espíritu de esta iniciativa emprendida por el Rotary, Don José Asencio de 87 años es un hombre que a mediados del año pasado sufrió un accidente vascular que lo limito en su desplazamiento, y gracias a la entrega de estos implementos, él y su familia han visto considerablemente su calidad de vida. El hijo de Don José, nos indica que “al sufrir el problema mi padre nos cambio la vida completamente, el era un hombre muy activo y lleno de energía, y esto que le imposibilita mucho el poder desenvolverse mucho nos cambio todo”. Por medio del Club de Leones esta familia tomo conocimiento del proyecto de los Rotarios, se acerco a conversar con ellos en su sede en calle Maipú, entrego los antecedentes que le solicitaban y en casi dos semanas la silla les fue entregada. “Nos ayuda mucho ahora, para que mi padre pueda movilizarse solo y mejorar su día a día. Lo único que nos pidió el rotary fue que cuando ya no necesitemos la silla la devolvamos”.
Ese es el compromiso que adquieren las personas que reciben estos implementos, cuidarlo y devolverlo cuando ya no les sea útil, esto por fallecimiento del paciente o por mejoría.
La señora Sunilda, esposa de Hugo Fuentealba señala “no queríamos que mi marido se quedara postrado en su cama, el ya tiene 87 años y no puede permanecer en pie”. En el caso del señor Fuentealba fue su hija quien recibió de parte de un médico el consejo de acercarse a la agrupación rotaria, y fue ella quien realizó todas las gestiones para conseguir el implemento. Luego de algunos días de realizar la solicitud ya contaban con la silla de ruedas en su casa. “Nos interesaba que no quedara tirado en la cama, que pudiera moverse y circular por la casa. El se encuentra bien, es solo que le cuesta mucho mantenerse de pie. Yo, con mis años tampoco tengo mucha fuerza para ayudarlo, así que esta silla nos ha ayudado mucho”. Finalizo Sunilda.