
Vías alternativas
En el caso de algunos de los usuarios que se encontraban en la Unidad de Urgencia del Hospital Clínico de Magallanes Doctor Lautaro Navarro Avaria, el viernes pasado, el desplazamiento hacia dicho recinto tuvo mayores contratiempos, ya que optaron por las avenidas Bulnes y Los Flamencos como vía alternativa para llegar. Es el caso de los hermanos Doris y Andrés Núñez Olavarría, quienes debieron trasladar de urgencia a su madre de 80 años, quien sufrió una fuerte caída en su hogar, ubicado en el sector de Barranco Amarillo.
Alejandra Vergara Barría tampoco tuvo problemas para llegar al hospital regional, ya que fue trasladada por Carabineros. Por su parte, José Villarroel Vargas, quien debió trasladar de urgencia a su esposa, cuenta que tras llegar desde calle El Ovejero hasta avenida Presidente Eduardo Frei Montalva, los colectiveros, una vez explicada su situación, lo dejaron pasar.
Caminantes
Pero muchos de quienes laboran en el hospital regional no han tenido la misma suerte. Han debido levantarse hasta con dos horas de anticipación para no llegar atrasados, puesto que son usuarios del transporte público y al no haber locomoción colectiva menor y mayor, han debido caminar para llegar a su lugar de trabajo.
En el caso de Teresa Barría Ovando, contratada por una empresa de aseo externa desde hace 11 años, contó que debió caminar desde calle Quillota con Rómulo Correa, en el sector de Playa Norte, por aproximadamente una hora y media. Como su hora de entrada es a las 8.00 horas, debió levantarse casi a las seis de la madrugada.
Otros de los trabajadores del hospital, Juan Aguirre Rojas, tuvo que caminar una hora desde calle Américo Vespucio, en el Cerro Primavera, para llegar al centro asistencial. “Uno, a la larga, se acostumbra, porque sabe que (el paro regional en protesta por el alza del gas) es por el bien común”, dijo.
Sara Millalonco Mansilla, encargada del aseo, contó que ha debido realizar cuatro viajes diarios caminando. Vive relativamente cerca, por lo que va a almorzar a su casa, ubicada en Hornillas con avenida Frei. En cada viaje tarde alrededor de 30 minutos, por lo que en el día camina un total de dos horas para ir y volver de su trabajo. Para su compañera de labores, Carmen Oyarzo Martel, la situación ha sido más complicada. Residente en la Población 18 de Septiembre, realiza dos viajes en el día, de una hora y media cada uno. Ambas están agotadas y, aunque reconocen que la demanda por el no alza del gas es justa y necesaria, esperan que la ACM llegue a un acuerdo lo más pronto posible con el Gobierno, que, en definitiva, es el deseo de toda la comunidad magallánica.