Gloria Muñoz, una de las voluntarias de la cocina en el corte de la Ruta 9 Norte llegó casi por accidente a la toma, es chofer de colectivo y se dirigía a buscar a su hijo al aeropuerto. Al poder llegar sólo hasta el sector de Tres Puentes se adhirió a sus colegas transportistas. Viendo que solamente estaba “La alcaldesa” trabajando en la cocina se unió a cooperar en esta tarea. “Ella es “la alcaldesa” la figura central de la cocina, y de a poco se nos ha ido sumando gente a la labor”. Este es sólo uno de los testimonios que se pueden recoger en el medio de este bloqueo de la salida norte de la ciudad.
María Carmen Cortés, quien es conocida por los manifestantes de la ruta 9 como “La alcaldesa”, es una mujer fuerte, de carácter duro y cuyo nivel de compromiso con la causa la ha hecho acreedora del respeto de sus pares en el lugar. No gusta de hablar con los medios y le cuesta abstraerse de sus labores de la cocinería, instalada a un costado de la carretera.
María comienza su diálogo diciendo que “hemos pasado frío, hemos estado incómodos, pero no hemos pasado hambre”, evidenciando su carácter positivo. “Lo malo de esta labor es que uno no siempre pude dejar conforme a todos y vienen y reclaman, pero son las menos veces”, señala.
Su labor no está ajena a episodios que son incomprensibles, la madrugada del viernes sufrió una agresión a manos de un sujeto ajeno a la movilización, quien llegó hasta el lugar en estado de ebriedad, fue la misma gente participante de la paralización la que salió en su defensa, y ella misma fue la que evitó que el sujeto fuese castigado por los presentes.
Al preguntarle respecto de las comidas que se han preparado en su cocina detalla: “Hemos servido cazuela, parrillada, tallarines, pan y en realidad de todo un poco, además la misma población de la ciudad nos trae ollas con comida, sirven a los compañeros y comparten con nosotros”, además indica “nosotros no hemos comprado absolutamente nada, todo lo que se ve aquí han sido donativos de la misma ciudadanía”.
Explica que se han organizado para poder hacer llegar comida a todos los puestos en toma de la ciudad, los que se encuentran en la carretera e incluso se ha gestionado la posibilidad de enviar víveres a los manifestantes que se encuentran en sectores alejados, como Punta Delgada. “Yo misma me he encargado de ir a dejar colaciones a diferentes tomas”.
- ¿Le molesta que le digan “La Alcaldesa?
“Para nada, lo que sí me molesta es que me digan ‘La intendenta”, manifiesta entre risas.
- ¿Hasta cuándo se va a quedar trabajando acá?
“Hasta que se solucione el problema del gas”.
Los mismos participantes del corte carretero la reconocen como una mujer fuerte, enérgica, pero que se ha comprometido con la causa que defienden. “Ha estado desde el primer día con nosotros, y se preocupa que todo ande en orden”, dice uno de los camioneros.
Aún no dejaba de contarnos su trabajo cuando ya tomaba el cuchillo carnicero para empezar a preparar las colaciones del día, con paso veloz y voz firme empieza a dirigir a las mujeres que se le han sumado a la tarea de alimentar a la gran cantidad de gente que se ha instalado a punto fijo en la puerta norte de la ciudad.