
Una muestra de que el hecho sigue siendo criticado fue la reacción de ayer de los integrantes de la Asamblea cuando se nombraron a los alcaldes durante la firma del convenio, donde hubo un abucheo general de los asistentes.
Sin embargo, los ediles rechazaron las acusaciones, quienes al informarse de que el ex presidente regional de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Alarcón, había manifestado afuera de “La Moneda Chica”, frente a decenas de manifestantes, que los alcaldes estaban negociando simultáneamente a los representantes de la ciudadanía, las autoridades salieron del recinto a negar tal afirmación, ya que estaban siendo calificados como “traidores”.
Según las propias declaraciones del jefe comunal de Punta Arenas, no estaba negociando, sino que se estaban tratando temas relacionados a subsidios. No obstante, como la ciudadanía sigue sin explicarse por qué estaban allí, ayer el Capítulo Regional de Municipalidades intentó reafirmar su postura respecto de lo sucedido, a través de una declaración pública, donde se repite que sólo estaban participando de un “diálogo” para aportar con “propuestas que nos parecen pueden constituir una vía de solución al conflicto y que representan lo fundamental de la demanda ciudadana en búsqueda de una mejor calidad de vida para toda la población”, consigna el documento.
A su vez, cuando salieron de la reunión para rectificar la información que la calificaron como una “insolencia”, los ediles afirmaron que no iban a regresar a la intendencia para continuar las conversaciones. No obstante, Paredes, posteriormente, puntualizó que regresarían para despedirse del ministro Laurence Golborne, y ayer también acudieron al recinto cuando fueron convocados todos quienes estuvieron involucrados en la mesa de diálogo, un par de horas antes de que se confirmara el acuerdo y, con ello, el fin del paro regional.
Sin embargo, la duda de fondo es por qué el alcalde Mimica, en su calidad de presidente del Capítulo Regional, no le manifestó a la ACM que estaba en el lugar, puesto que era de conocimiento público que la mesa estaba en plena negociación. De hecho, fue cancelada la cita del Concejo Municipal de Punta Arenas, porque el edil asistiría a la intendencia para entablar el cuestionado diálogo con Golborne, mientras los representantes ciudadanos avanzaban notoriamente en el acuerdo.
Además, los representantes nunca les solicitaron ayuda a los ediles para encontrar una solución al conflicto con el gobierno, ni fueron reconocidos como parte de la agrupación, de hecho, la ACM siempre apeló a “no al alza del gas” y nunca requirió subsidios como lo estaban haciendo los alcaldes frente al Ejecutivo.
“Nosotros hablamos esa noche sobre lo ocurrido, pero concluimos que es mejor que la gente juzgue esas actitudes”, afirmó uno de los voceros de la Asamblea, José Hernández, quien además de lamentar el hecho, destacó la gravedad del mismo, pues estima que “pudo haber sido desastroso para todo lo que se había logrado. La Asamblea realizó un trabajo muy a conciencia y nunca reconoció a los alcaldes como parte suya, entonces no se explica su actitud”, agregó el dirigente.
Otro de los voceros, Dalivor Eterovic, también lamentó la situación protagonizada por los ediles, y afirmó: “Todavía no entendemos su actitud. Uno espera que el clamor de la gente sea apoyado, pero del apoyo al aprovechamiento hay una gran diferencia, y eso fue lo que se vio el lunes”.
Pero esta insistencia de entablar “diálogos” sin la presencia de la ACM, los representantes la habían detectado desde un comienzo, cuando el propio Mimica viajó a Santiago para reunirse con el entonces ministro de Energía, Ricardo Raineri y con la intendenta Liliana Kusanovic, cita de la que existe incluso una fotografía de las tres autoridades sonrientes, a pesar de que en ese entonces el Ejecutivo estaba firme con mantener el reajuste del 16,8%.
“Menos mal que el gobierno no dejó de reconocernos como los representantes de la ciudadanía, porque lo de los alcaldes pudo haber destruido todo”, reflexionó Hernández.